Si hay alguien que tenía clara desde el principio su vocación como periodista, esa era Emma García. La presentadora de 'Viva la vida' se marcha ahora de vacaciones con la tranquilidad de haber estado al pie del cañón durante todo el año y con la alegría que da el tener unos días para parar y descansar. En este contexto de tranquilidad, la guipuzcoana ha recordado en una entrevista para la revista 'Pronto' cómo fueron sus inicios en la profesión y todas las facetas en las que se ha visto inmersa en su trayectoria laboral.
Para ella el ritmo en su carrera ha sido frenético. Los trabajos los ha encadenado literalmente de "terminar uno un viernes y empezar otro el lunes", ha dicho y de todos ha aprendido mucho aunque, "también me han dado por todos los lados", ha confesado, de ese balance que hace ahora al cumplir 48 años e ir camino de los 20 en Mediaset. "Estoy muy contenta pero esto suena fatal. Entre que ya me han puesto la vacuna porque me tocaba y los 20 años en Mediaset...", respondía irónica y en tono de broma al tiempo que lleva siendo una de las presentadoras fetiche de la cadena.
Sin embargo, lo que se desconocía de Emma García es que sus primeros pasos los dio como reportera de guerra. La vasca se fue a la guerra de Bosnia sin terminar la carrera porque tenía prisa por querer estar donde estaba la actualidad. Allí se lanzó a por todas a aprender y descubrió lo durísimo de aquella experiencia. "A esa edad no veía ningún peligro, solo quería disfrutar, pasarlo bien y aprender", ha relatado de lo que recuerda de aquellos días.
Para aquella primera experiencia profesional, Emma García se fue con todos los veteranos de agencias y periódicos. Estaba ella con lo más granado del mundo del periodismo y "otra chica que también se coló como becaria", añade y todo eso hice que aquella experiencia fuese para ella inolvidable. Una oportunidad para aprender de los grandes y para conocer a algunas figuras que ella admiraba.
"Coincidí allí con Manu Leguineche, que, para mí, era ídolo, una persona a la que admiraba mucho", ha puntualizado la presentadora de 'Viva la vida' de lo que reconoce que fue "una coincidencia muy bonita". Y, que por todo eso y lo que allí vivió, recuerda esa etapa con especial cariño. Su juventud y las ganas estaban por encima del peligro.
Tanto es así que ha contado que ella hubiera repetido en otra misión. "Si me hubieran mandado a otra zona de conflicto armado, hubiese ido, porque a esa edad no me paraba nada, ni nadie", ha afirmado. A partir de esa experiencia, Emma García se curtió en un periodismo de raza y a eso le siguieron los años que ella considera que más le curtieron con el día a día.
Del conflicto en un escenario en guerra, Emma García pasó a los conflictos del directo. La experiencia que recuerda en 'A tu lado' es que le pasó allí prácticamente de todo. La presentadora de Telecinco aterrizaba en la cadena por la puerta grande y se ponía al frente de un programa todas las tardes en el que los colaboradores tenían mucho peso y a veces costaba ponerles unos límites. "Ellos eran unos veteranos y yo era una niña", recuerda de aquella época.
En esos años tanto su vida profesional como personal experimentaron sus grandes cambios. Emma García contrajo matrimonio con Aitor Sena, se quedó embarazada y dio a luz a su hija Uxue. La periodista vasca a la que trataban que aparentase más edad de la que tenía, sin ella entenderlo, hizo amistad con otros periodistas como Marisa Martín Blázquez y se llevó el cariño de otros como la reciente fallecida, Mila Ximénez.
Su etapa más rompedora llegó con 'Mujeres y Hombres y Viceversa', a los que considera todavía entre sus tronistas y pretendientes como "sus niños". Sin embargo, no todo es trabajo en la vida de Emma García. La presentadora triunfa ahora en 'Viva la vida' y se prepara para pasar tiempo junto a los suyos. Como ella misma dice "no solo sé disfrutar del trabajo, también de la familia. Es mi prioridad".
El tiempo libre Emma García lo sabe exprimir muy bien. Muy discreta de su vida privada, trata de que cuando toca la hora de desconectar no haya nada que se lo impida. ¿Cómo sale ella del mundo de la televisión? Escapándose a su tierra, paseando por la playa y, también aprovechando con uno de sus recientes descubrimientos: Emma García se ha lanzado a tocar la batería.
"No estoy para tocar en un grupo, aunque el profesor me dijo que tenía ritmo. Pero es muy divertido, te libera mucho de tensiones", dice acerca de su nuevo hobby y esa ilusión por descubrir cosasla ha heredado también su hija Uxue. La niña de sus ojos es ya una adolescente que sigue siendo muy discreta, y como Emma igual de autoexigente. "Tiene un toque a su madre". Con ella y su marido, tiene Emma su mejor válvula de escape.