De redactora a directora de programas, de directora de programas a presentadora y de presentadora a escritora. Es el camino que ha seguido Carlota Corredera. A sus 45 años y tras publicar su último libro, la periodista ha decidido verbalizar el feminismo que llevaba dentro y lo ha hecho con 'Hablemos de nosotras'. Un conjunto de entrevistas donde no sólo ha dado cabida al testimonio de cinco mujeres sino que también ha dado voz a dos hombres, porque aunque el protagonismo de la lucha por la igualdad de la mujer les corresponde a ellas, la gallega lo tiene claro: "si vosotros, los hombres, no vais de la mano de las mujeres y os ponéis a nuestro lado, no hay nada que hacer".
Con la presentadora de 'Sálvame' nos hemos sentado para hablar de conciliación, de desigualdades, de feminismo, temas que precisamente se recogen en su último libro. Pero también la periodista nos ha contado su otra pasión, la televisión, y ahí no ha podido resistirse a confesarnos hasta quién es su concursante favorito para ganar esta edición de 'GH VIP'.
Con 12 años ya querías ser periodista y acabas de publicar tu segundo libro ¿en qué momento profesional te encuentras?
Seguramente a los doce años no lo sabía pero es bastante probable que parte de mi vocación periodística se haya cumplido con este libro. Porque, al final, una de las cosas que más me gusta en este mundo es escribir. Cuando se juntan dos pasiones como escribir y entrevistar, pues al final se fusionan y hay muchas de las motivaciones profesionales más grandes que tengo como son hablar, escuchar y la curiosidad del periodista.
Yo me siento en un momento muy bueno. En un momento bueno porque poder hacer un libro como este, cuando llevas ya haciendo algo de manera mecánica como es el programa ‘Sálvame’, estando siempre súper agradecida y satisfecha con la vertiente del entretenimiento, sí que tenía sed de hacer otras cosas. Esto me permite mostrar otros perfiles, donde se juntan y se funden algunas de mis cualidades.
¿Cuándo decidiste que era necesario escribir un libro como ‘Hablemos de nosotras’?
Después del primer libro, que fue muy personal, un desnudo emocional muy fuerte con muchas consecuencias y daños colaterales al haberme expuesto y vaciado tanto, tardé tiempo en volver a recuperar las ganas de escribir. Y entonces coincidió en el tiempo las ganas de escribir con mi despertar feminista. Al final, se juntan estas dos cosas también, despierto el feminismo, empiezo a verbalizarlo, a ser consciente de que lo era pero no lo decía, como lo digo en el arranque del libro, y todo esto tutelado con mi editora, Teresa Petit. Ella es la que sigue siendo mi guía. Quería escribir, pero quería hacer entrevistas y me interesaban las mujeres… Fue ella la que me guio y acabó siendo un ‘Hablemos de nosotras’.
¿Cómo ha sido el viaje hasta llegar a verlo publicado?
El viaje iba a ser más corto, en un principio el libro estaba pensando que iba a ser un cuestionario tipo para entrevistadas, iban a ser sólo mujeres y luego añadimos a los hombres. Eso fue creciendo y creciendo hasta que se convirtió en algo que estuvo a punto de tragarme, porque hubo un momento en el proceso del libro que yo estaba absolutamente convencida que no iba a ser capaz de entregarlo en plazo y tuve una crisis.
Pero lo has conseguido…
Para mí que ya la gente pueda tener el libro en las manos es un éxito conseguido y ahora que guste, obviamente, es lo más importante. Pero para mí era importante terminarlo, porque escribir un libro que no depende de ti es muy difícil y no he dejado de presentar, no he dejado de ser madre, no he dejado de ser esposa.
¿Y has renunciado a muchas cosas?
Escribir un libro como este es renunciar a muchas cosas. Renunciar al tiempo que tienes para ti, al tiempo que tienes para tu familia, pero es verdad que la causa y el objetivo final para mí es fundamental. Me gustaría que todas las mujeres que leen el libro se sientan más comprendidas y más ligeras, porque todas las mujeres desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, seamos madres o no, tenemos una serie de cargas mentales y emocionales que no se hablan.
¿Y por qué no lo hacéis?
Las mujeres tenemos algo apasionante que es que, siempre generalizando, nos cuesta menos hablar de nuestras cosas, siempre tenemos esa amiga con la que te desahogas, esa amiga que te acompaña siempre al baño… Por un lado somos mucho de hablar nuestras cosas, pero hay ciertos temas que seguramente, porque nos han educado y nos han inoculado ese veneno de “agradar siempre” y “de no fallar nunca”, “de no defraudar a nadie”, por alguna razón que se me escapa, no los hablamos. Hay un montón de temas importantísimos que aligeran nuestra vida y nuestras culpas y emociones negativas, que al no hablarlos se convierten en un tabú.
Esos temas se hablan en tu libro… ¿verdad?
Te podría comentar muchos temas que se hablan en el libro y que por algún pacto secreto que hay nos afectan a todas y no se hablan. Por suerte hay una corriente en la que ya se habla de maternidad real, de igualdad real, porque al final no es cuestión de victimizarse, porque yo no me considero víctima ni me gusta que parezca que las mujeres feministas queramos transmitir victimismo. No, las mujeres feministas queremos transmitir que las cosas no están bien, que hay muchas cosas que siguen sucediéndonos a las mujeres por el hecho de ser mujeres y que tenemos que cambiarlas entre todos. Porque eso para mí es fundamental: el feminismo tiene que ser inclusivo.
Porque el feminismo es cosa de todos, incluidos nosotros, los hombres….
Totalmente. Es que si vosotros, los hombres, no vais de la mano de las mujeres y os ponéis a nuestro lado es que no hay nada que hacer….
Por eso has entrevistado a Joaquim Bosch y Alberto San Juan ¿Cuánto de importante es la voz masculina en la lucha del feminismo?
Para mí es fundamental porque es una voz que de alguna manera estaba silenciada. Y estaba silenciada porque por un lado tiene su sentido, al final es nuestra lucha, son nuestras desigualdades, somos las que las sufrimos y somos las que tenemos que pelear.
Lo dice Joaquim en la entrevista. Joaquim dice: “los hombres tenemos que estar por la igualdad pero siempre un paso por detrás de vosotras, porque si no parecerá que todos los cambios los tenemos que liderar los hombres. Este cambio los tenéis que liderar siempre vosotras, nosotros un paso atrás, pero a vuestro lado también”.
¿La conciliación también es un tema tabú?
Sí, la conciliación es un tema también tabú. Aquí todo el mundo da por hecho que las mujeres tienen que cogerse las reducciones de jornada, las excedencias, renunciar a sus carreras profesionales… En este país sigue penalizando la maternidad a las mujeres laboralmente, pero la conciliación tiene que ser cosa de dos, porque si solamente conciliamos nosotras seguimos en las mismas…
Y de eso hablas con Cristina Cifuentes en tu libro…
Exacto, dice Cristina Cifuentes que “la liberación de la mujer llegó sin soltar las demás cargas que teníamos”. Hemos asumido que no hay que renunciar a tu carrera profesional porque seas madre pero al final la realidad es que tú sigues siendo madre las 24 horas, sigues trabajando fuera de casa y si no tienes un compañero que sepa y que asuma que no te está ayudando sino que está ejerciendo sus responsabilidades como marido, como compañero de vida y como padre. Si los hombres no se sienten incluidos y nosotras no les damos su sitio para que sepan que esto lo tenemos que hacer juntos, pues al final nos vamos a quedar con 8 de marzo, con las manifestaciones cuando matan a una nueva mujer y eso es lo que a mí me preocupa.
Y afortunadamente cada vez hay menos desigualdades con las mujeres…
Yo creo que todas las mujeres de mi generación hemos sufrido desigualdades que hemos asumido como normales. Nos ha costado mucho ver que nosotros no tenemos siempre la culpa de todo lo que nos pasa. Siempre ponemos el foco en nosotras. Cuando tú has vivido tantas cosas como cualquier persona de mi generación, tantos micromachismos, y tú tienes una niña, yo lo primero que pienso es que no quiero que a ella le pase… Yo lo que quiero que mi hija crezca en igualdad y estoy convencida que la generación de ella, por todo lo que estamos luchando y lo que estamos hablando, les sonará como me suena a mí lo que sucedía en la Edad Media.
Esperemos que sí…
Estoy convencida. Tanto con el feminismo como con la diversidad en general: sexual, de raza, de religión… Creo que las generaciones, de verdad, van a ser mucho más abiertas.
Volviendo al libro, también hablas con Chenoa que tener carácter se cobraba peajes y tú eres una mujer con temperamento de sobra ¿has tenido que cobrar algún peaje por ello?
Uhhhh, sí, sí. Piensa que cuando una mujer tiene carácter es “mal carácter” nunca tiene un sentido positivo es un sentido negativo, siempre. Claro que se paga peaje por tener un carácter fuerte o tener temperamento. Yo doy gracias todos los días por el carácter que me ha repartido la genética. En muchas cosas, por supuesto que sí cambiaría mis genes, pero la vida, al final, es a veces tan complicada y tan dura que creo que el carácter es importante para afrontar las situaciones.
¿Y te dicen que tienes mucho carácter?
Me lo dicen como directora de ‘Sálvame’ o como presentadora: “No es que eres muy mandona, eres ‘Rottenmeier”. Y todas esas cosas te lo dicen porque eres tía, porque si fueses tío no te lo dirían. Estoy convencida. Siempre se ve con la perspectiva que cuando una mujer tiene poder, ejerce el poder de manera negativa y no de manera positiva. Hay jefes muy cabrones, yo no digo que todas las jefas sean perfecta, pero sí es verdad que siempre hay esa tendencia en poner el foco en lo que hacen mal las mujeres. Desde conducir en adelante…
En 'Hablemos de nosotros' a Anabel Alonso le haces fantasear con el papel femenino que le hubiera gustado interpretar, siendo para ella uno de una peli americana. ¿Qué programa de televisión de formatos internacionales sueñas tú presentar o dirigir?
Te voy a ser sincera y no estoy muy puesta de las tendencias de televisión fuera de España, hubo un tiempo que sí estaba más pendiente… Pues seguramente el formato que me gustaría hacer todavía no está creado. ‘Sálvame’ no existía y llevamos 10 años. A mí lo que me gustaría siempre es trabajar en un programa que me llene y en el que me sienta viva. Yo en ‘Sálvame’ me siento muy viva, también en ‘Cámbiame’ y en ‘Las Campos’. La suerte es que trabajar en un programa como ‘Sálvame’ te da tablas para arriesgar o plantearte proyectos de muchos tipos. Cinco horas en directo al final siempre es un master
Probablemente cuando dirigías ‘Sálvame’ no te imaginabas que ibas a dar el salto a la pantalla….
Vamos a ver, por favor, sólo tienes que coger el archivo de Telecinco. La primera vez que Jorge Javier me nombra y el realizador me pincha yo me tapo la cara con unos folios muerta de la vergüenza. No fue algo preparado. Nuestra incorporación de directores a gente conocida fue algo completamente algo natural, como se dice ahora algo de manera orgánica, que me parece muy ridículo. Al final todo fue pasando y surgiendo sin estar premeditado. Lo que sí te puedo asegurar es que jamás en mi vida pensé que iba a dirigir un programa como ‘Sálvame’, pero mucho menos presentarlo. Ser presentadora es algo inesperado, pero siento que es una transición en mi vida, una etapa más…
Pero al final lo hiciste... ¿alguna vez te has planteado dar otro salto más y participar en algún reality?
No
¡¿Rotundo?!
Completamente. No porque siempre lo he dicho, no hay dinero que me pague estar separada de mi familia.
Nosotros estamos enganchados a tus entrevistas en Guadalix pero ¿cómo estás viviendo el reality como espectadora?
Yo soy fan de los realities desde que arrancó ‘Gran Hermano’ en el 2000. Para mí es un regalo profesional, que no me esperaba y me hace muy feliz, subir a la casa. Cuando tú puedes estar en el centro de operaciones de uno de tus programas favoritos… Ostras, es que yo me siento muy afortunada de que hayan confiado en mí para hacerlo, espero que esto no se acabe nunca y que me dejen siempre ir a Guadalix, porque a Honduras no me va a dar tiempo. Piensas que el siguiente reality no va a superar al anterior, y es que estamos subidos en una ola en Mediaset que es como trabajadora es maravilloso y brutal. Este ‘GH’, el ‘Supervivientes’ de Isabel…
Anda, mójate un poquito. ¿Cuál es tu concursante favorito?
Yo tengo que ser por encima de espectadora y de presentadora soy amiga, y soy una persona súper leal. Yo aunque haya cosas en las que creo que ella se ha equivocado, las he dicho en público además y también las hablaré con ella, mi ganadora es Mila.
'Sálvame' ha cambiado la forma de contar y hacer la televisión. ¿Crees que el IRIS llega un poco tarde?
No, los premios no llegan tarde, llegan tarde otras cosas. Yo creo que el premio es un reconocimiento a diez años de entretenimiento y televisión en estado puro. A todo el mundo le encanta recoger premios.
Y lo recoge Belén...
Estoy segura que para Belén cuando recoja el premio va a ser un momento inolvidable, uno de los días más felices, pero es verdad que nuestro mayor premio es tener una audiencia que nos sigue cuando estamos arriba, abajo, en el medio, cuando hay reality y cuando no lo hay. Nuestro premio lo recibimos cada día con las audiencias.
¿El público es vuestro mayor premio?
Creo que somos un programa que agradece a la audiencia constantemente su apoyo. Nosotros somos muy conscientes de que nuestro pan y el de cien personas desde hace diez años depende del público. Si el público te quiere seguiremos, el día que el público se canse de nosotros pues recogeremos nuestra lona, descansaremos y volveremos a montar nuestra lona, porque somos tirititeros, en otro sitio.
De periodista a periodista, tras hacer un libro de entrevistas ¿qué persona es la que te gustaría entrevistar en un futuro?
Mira, yo me he quedado con una espina con el libro y es que me hubiera encantado entrevistar a cualquier de mis referentes profesionales y no ha podido ser. El libro se ha escrito en unas circunstancias muy surrealistas que han sido las trescientas campañas electorales y las quinientas elecciones que hemos tenido. Entonces, ha habido políticos que no han podido participar en el él, pero que si ha hay un ‘Hablemos más de nosotras’, espero que estén. También me gustaría que estuvieran algunas de mis referentes como Julia Otero, Pepa Bueno, Mercedes Milá… Con todas hablé y no pudimos cuadrar las agendas, pero me encantaría entrevistarlas a ellas y a otros muchos referentes que tengo.
Pero la entrevista soñada….
Hombre, la entrevista soñada por todo el mundo, me encantaría entrevistar a Letizia Ortiz, de periodista a periodista. Me encantaría saber cómo se vive y cómo se pasa de ser periodista a reina. Cómo se viven todas las críticas, como periodista cómo ve ella nuestro trabajo desde su prisma de la Zarzuela… Sí, me encantaría entrevistar a Doña Letizia.
Fotografías de Ayo Vega
Estilisto y maquillaje de Mediaset