La presentadora narra como cinco meses antes de la fotografía había dado a luz y aunque hacía siete años se había sometido a una lipoescultura y una mastopexia, el problema había regresado: "Estaba en riesgo cardiovascular y tenía un grave nivel 13 de grasa visceral".
Es a partir de 2016 cuando se somete a un estricto tratamiento que le ha hecho recuperar poco a poco su salud. De esta manera, Carlota ha querido reevindicar y apoyar a toda la gente que se pone en las manos de los profesionales y defender el método que ella eligió para recuperar su salud, pidiendo así respeto: "Respeto máximo a todas las personas que quieren recuperar su salud a través de otras opciones médicas, quirúrgicas o no. Pero pido respeto también a mi victoria personal respecto a mi salud que he compartido públicamente siempre y en la que no hay ni trampa ni cartón, ni golpes de bisturí, y sí mucho sacrificio, fuerza de voluntad y esfuerzo".