La boda de Ortega Cano y Ana María Aldón: de la finca hasta los invitados
La pareja se daba el tan ansiado `sí, quiero´en Sanlúcar de Barrameda en 2018
Ana María Aldón lució dos vestidos que se vieron envueltos en polémica
Ortega Cano y la andaluza sellaron su amor ante 170 invitados entre los que hubo dos grandes ausencias
El amor entre José Ortega Cano y Ana María Aldón siempre ha estado muy cuestionado. Se conocieron en 2012 y aunque la prensa rosa pensaba que no durarían mucho, hoy en día siguen juntos. La pareja tomó la decisión de casarse en 2018 tras el nacimiento de su hijo en 2013 y el paso por la cárcel del diestro.
Tras seis años de relación la exconcursante de 'Supervivientes' y el torero celebraban su unión en una boda por todo lo alto celebrada en Sanlúcar de Barrameda. Un día de ensueño para la pareja que compartió su amor con cerca de 170 invitados. Días antes se casaban por lo civil en Zaragoza.
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Analizamos todos los detalles de la boda, la finca elegida, los vestidos de la novia y los invitados y las ausencias al enlace que tanto dieron de hablar en su momento.
El lugar elegido fue la Finca El Maestre, en Sanlúcar de Barrameda
El diestro y la diseñadora daban un paso más en su relación que comenzaba en 2012. Tras el nacimiento del pequeño José María en 2013 y el paso por la cárcel de José Ortega Cano, la pareja se casaba en Sanlúcar de Barrameda. La pareja celebraba su unión con sus amigos y familia, aunque ya habían contraído matrimonio días antes ante notario en Zaragoza.
El 27 de septiembre es una fecha marcada en el calendario por la pareja pues, es la fecha de su enlace. Para tal evento, escogieron uno de los lugares favoritos de la ex Superviviente, la finca El Maestre. Un espacio romántico con un cortijo neomudejar, que en su día perteneció a los duques de Montpensier, con vistas directas al Coto de Doñana.
Un enclave único para un momento irrepetible en la vida de ambos. La pareja escogió este lugar, no solo por su belleza sino por la cercanía a la casa de la madre de la novia, que estaba delicada de salud y no podía perderse tan ansiado momento.
Los más de 170 invitados degustaron un menú elaborado por el catering sevillano Lebrija, en el que probaron productos locales como el atún de la almadraba, los langostinos de Sanlúcar, el trampantojo de foie, pulpo, corvino y solomillo, con algunos corners de cocina de en directo. Todo un festín estudiado al más mínimo detalle por la pareja.
Tras la comida, los novios inauguraron el baile nupcial a ritmo de la canción `Si tú eres mi hombre y yo tu mujer´de Jennifer Rush. Tras eso disfrutaron de una charanga local, que amenizó el convite con música taurina y pasodobles.
Dos vestidos de novia y una gran polémica
Como en toda boda de alto copete, la novia lució dos vestidos diferentes confeccionados por el diseñador Emilio Salinas. El look elegido para la ceremonia era de inspiración flamenca, haciendo honor a su tierra. Estaba compuesto por tres mil flores bordadas y mil ochocientos cristales checos, y se tardó en elaborar cerca de tres meses. El escote en pico realzaba la sonrisa de la colaboradora. Para la ocasión Ana María optó por un discreto recogido decorado con flores blancas, el maquillaje en tonos tierra atraía todas las miradas a los ojos de la novia.
Ambos vestidos de nupcias de Ana María Aldón, han estado siempre envueltos en polémica. Al parecer, la novia había acordado con el diseñador mencionarlo en la exclusiva de la revista ¡HOLA! a cambio de ambos trajes, pero esto no sucedió. Además, se atribuyó el diseño a ella misma. A pesar de que no existía un contrato firmado, Salinas presentó pruebas ante el juzgado y le reclamó casi 10.000 euros por los vestidos.
Polémicos invitados y dos grandes ausencias
Hasta 170 invitados celebraron la unión de la pareja. Compañeros de profesión del diestro como Miguel Abellán y Jaime Ostos; y familiares, como Paco y Conchi Ortega Cano, hermanos del torero, y la hija de Ortega Cano, Gloria Camila. Quien no pudo acudir y al que echaron mucho de menos fue el hijo mayor de Ortega Cano, José Fernando, interno en un centro de rehabilitación. No obstante, contaron con la presencia de Michu, pareja del ausente y madre de María del Rocío, nieta del diestro.
Otra de las ausencias más sonadas del enlace fue la hija de Rocío Jurado, Rocío Carrasco, que a pesar de estar invitada a la boda decidió no asistir. Sí lo hacía su exmarido Antonio David Flores, con su actual pareja y los dos hijos que Antonio David tuvo con Rocío Carrasco, David y Rocío.
Aunque la pareja había acordado una exclusiva para la revista ¡HOLA! sobre su enlace, el diestro aseguró ante los medios que estaban felices “es un día estupendo, en un sitio maravilloso, donde estamos disfrutando muchísimo”, aseguraba el novio.
Han pasado casi cuatro años desde que la pareja se diera el `sí, quiero´, y muchas han sido las polémicas que han protagonizado. Aunque todo apunta a que no están pasando por su mejor momento, esperamos que su amor sea eterno.