Esta cuarentena está sacando a relucir nuestro ingenio. Sobre todo en redes, donde cada vez son más los retos que hacen que el confinamiento se nos haga menos aburrido. Nuestros telecinqueros también están entrando al juego en esto de hacer el gamberro por Instagram. Y Belén Esteban ha sido una de las últimas vips en sumarse al reto que lo está petando durante la cuarentena.
La mecánica es fácil. Alguien sube una foto de su infancia. Esa persona nomina a otras tres personas para que hagan lo mismo. Y así se forma una cadena de la que muy pocos se han librado durante lo que llevamos de aislamiento. En el caso de la colaboradora de ‘Sálvame’ se trata de una foto de ella de pequeña vestida de flamenca, con sus labios pintados, sus pendientes largos, su peineta y su traje de lunares.
“Reto aceptado”, ha escrito en el post, al que en cuestión de horas le han dado like casi 20 mil personas. El artífice de que la Princesa del Pueblo haya compartido esta instantánea de su pasado ha sido el arquitecto Joaquín Torres, muy amigo de la de Paracuellos desde que hizo una sección de casas en el programa de Telecinco. Ahora, después de cumplir con lo acordado, les toca mostrarnos su infancia al director David Valldeperas y la presentadora Carlota Corredera, que no será la primera vez que nos deja ver cómo era de pequeña.
Tras publicar esta imagen, la mayoría de comentarios van por la misma línea: el gran parecido de Belén Esteban con su hija es evidente. “Igualita a Andrea” o “Tu niña se parece a ti” son solo algunos de los muchos ejemplos de esta reacción por parte de sus fans. Es más, consciente de que esto iba a suceder, la ganadora de ‘GH VIP’ ha dejado claro quién era la que aparecía en la fotografía. “Por cierto, soy yo”, aclara en la publicación.
La pandemia del coronavirus ha coincidido con el fin de una guerra legal con dos enemigos declarados como protagonistas. Hablamos de Belén Esteban y Toño Sanchís, que tras meses de juicios han puesto punto y a parte a su desencuentro público con el desahucio del representante de su vivienda familiar. Su casa ahora es propiedad de la colaboradora, que hace unos días posó para una conocida revista mostrando el estado “lamentable” en el que se encontró el chalet.