Tras una ardua lucha y mucho tiempo esperando, Belén Esteban ya ha podido acceder a la casa "por la que tanto ha luchado" y en la que vivía su exrepresentante, Toño Sanchís. Aunque la colaboradora de 'Sálvame' ha reconocido que no esperaba encontrársela "en un estado lamentable", lo cierto es que ya puede respirar tranquila ahora que todo el proceso ha llegado a su fin.
A pesar de la estrecha amistad que les unía, Belén nunca había entrado en el que era, hasta el pasado 5 de marzo, el domicilio familiar de Toño. Acompañada de la revista 'Semana', la colaboradora de Telecinco ha entrado por primera vez en esta vivienda que se ha encontrado completamente destartalada. "Nunca había entrado antes aquí; me había invitado pero por una cosa, o por otra, no había podido venir", ha aseguraba para le mencionada cabecera.
El que fuera su representante se ha marchado de la que había sido su vivienda familiar arrasando con todo y dejando tras de sí una casa desvalijada. Toño se ha llevadolos enchufes, los grifos y el auricular del telefonillo, entre otras cosas. Además, la de Paracuellos del Jarama se ha encontrado con que las habitaciones estaban sucias y "en un estado lamentable": restos de comida, excrementos de perro, juguetes o gomas de pelo.
Belén, que no ha podido evitar mostrar su inconformismo ante lo ocurrido, ha decidido reclamarle a su examigo todo lo que la debe. Para ello, ha aportado todos los documentos que acreditarían que su exrepresentante aún le debe más de un millón de euros, según ha podido saber 'Lecturas'. La colaboradora habría puesto en marcha un proceso penal contra Toño Sanchís y su pareja, Lorena Romero, por administración desleal y falsedad documental.
Fue a finales de 2018, cuando Belén adquiría este chalé ubicado en Villanueva del Pardillo (Madrid) pujando en una subasta a través del Portal de Subastas de la Agencia Estatal del Boletín del Estado. En concreto, la que fuera ganadora de 'GH VIP' pagó un total de 375.000 y se hizo cargo de las deudas de Sanchís (pagando la hipoteca y la comunidad de propietarios) para firmar el domicilio a su nombre.
El pasado 5 de marzo, Toño se marchaba de su hogar minutos antes de que se cumpliese el plazo legal para abandonar la vivienda. Lo hacía solo, con aspecto tranquilo, y sin apenas equipaje. Ahora, Belén ha asegurado que sus planes más inmediatos son reformar la casa y seguir luchando, vía legal, para recuperar todo su dinero.