Azahara Luque y Juanma Furio forman una de las parejas más longevas del universo 'GH'. Los exconcursantes de la decimoquinta edición del reality, han formado una preciosa familia que ahora amplían con la llegada del sexto miembro. Una feliz noticia que la andaluza ha querido compartir a través de sus redes, feliz del importante paso que acaban de dar ella y su pareja.
Hace un mes que Juanma y Azahara tomaron la decisión de aumentar la familia. Después de mucho pensar, los exconcursantes de 'Gran Hermano' han apostado por dar un nuevo hermanito a sus hijos Natura, Delmar y Guaka, su perrita, a quien quieren como a una hija más.
"El sexto miembro de nuestra familia", como así lo ha presentado la propia Azahara a través de sus redes, ha llegado a las vidas de la familia Furio Luque para convertirse en "hermanito peludo" y el compañero de juegos perfecto de Guaka, la perrita que adoptaron hace un par de años.
Turrón es un perro de tres años de edad que han adoptado con el objetivo de darle una vida mejor y un hogar estable. Como ocurre con muchos animales que han sido abandonados o rescatados, el "sexto miembro" de la familia de Azahara y Juanma está necesitando de un tiempo de adaptación especial.
"El momento llegada a la casa, presentación, la adaptación y demás no suele ser tan idílico como parece, los animales adultos que son adoptados, la mayoría desgraciadamente vienen con algún trauma o mala experiencia, por eso hay que tener mucha paciencia y enseñarles con mucho amor", comentaba tras su adopción.
No obstante, esto no está siendo un problema para ellos, que están dando a Turrón todo el tiempo y cariño necesario para su reinserción. "Viene de un rescate de un síndrome de Noé, le cuesta confiar en las personas, no sabe pasear con correa, tiene bastante carácter, no sabemos si salió mucho alguna vez al exterior, lo que sí sé es que en esta maravillosa protectora han hecho un trabajo MARAVILLOSO", dice mientras menciona a la protectora y a una de sus trabajadoras, agradecida por el gran trabajo que han hecho con "turroncete".
Azahara, que poco a poco va viendo cómo mejora el comportamiento de Turrón, es consciente del largo camino que le queda y de todo el trabajo que aún debe hacer. No obstante, aunque los progresos sean lentos, ver estas mejorías no pueden hacerla más feliz.
"Lleva con nosotros un mes, más o menos. Cada vez le vemos más tranquilo con nosotros, aunque sigue desconfiando un poco aún. Cuando hay ruidos en casa o hay mucho ajetreo (lo normal en una casa con niños) se pone muy nervioso y no para de ladrar", comenta.
"El tema de los mordisquitos lo va llevando mejor, aún nos quedan un par de meses para saber su carácter real", dice mientras explica que ha barajado contactar con un adiestrador, por si hubiera que reeducarle. "Me dijo que como mínimo tres meses son los que se necesitan para saber si hay q reeducarle", asegura mientras recalca la importancia de tener "paciencia" con los animales adoptados por "los traumas" que puedan traer "de su vida anterior".