Parecía que nunca iba a llegar el día, pero Anita Matamoros ha podido pasar por fin por quirófano. Tras verse obligada a atrasar la intervención por diversos problemas, la hija de Kiko Matamoros y Maoke ya ha podido cumplir su sueño de volver a operarse el pecho. Una operación estética que ha durado más tiempo del previsto.
Primero fue la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y después, una irregularidad en los valores de sus análisis de sangre, que obligaron a los doctores a posponer la fecha de la intervención. Sin embargo, toda esta odisea ha quedado atrás y la influencer ya ha podido ponerse en manos de los profesionales para conseguir el resultado tan deseado: tener el mismo pecho que su madre.
“Ella se puso prótesis y le ha quedado un resultado muy natural y superbonito (…) así que me voy a operar para conseguir ese resultado”, reconocía con muchas ganas e ilusión. ¡Pues sus deseos han sido órdenes para el cirujano!
La joven ya ha salido de quirófano y ha compartido la primera imagen en sus redes sociales. “Muchas gracias por vuestros mensajes, mis bombones. Todo ha ido sobre ruedas, como yo esperaba. Mañana a casita a que me cuiden. Gracias a una vez más. Qué ganas de ver el resultado”, ha escrito junto a una foto en la que la vemos sobre la camilla del hospital, con una venda cubriéndole el pecho y un enorme ramo de flores a sus piernas.
Más tarde, en unos ‘stories’, Anita ha explicado cómo se siente y ha contado que la intervención ha durado más tiempo del previsto: “Estoy muy, muy dolorida pero es normal. Al final la operación han sido tres horas, en lugar de una hora y media. Ya os contaré por qué”, ha anunciado la pequeña del Clan Matamoros, que mantiene informados a sus seguidores de todo lo que le sucede.
“Hoy pasaré la noche aquí junto a mi madre. Estoy muy bien y tranquila, pero dolorida. Gracias, de verdad, por todo el apoyo y los mensajes”, ha repetido la joven que no se cansa de agradecer a sus fans por estar pendientes de ella.
La hija del colaborador de ‘Sálvame’ se sometió a una mastopexia y una reducción de pecho en septiembre de 2018. Sin embargo, tal y como confesaba hace unas semanas a su legión de seguidores, los resultados que obtuvo no fueron los esperados.
“Uno de los pechos me ha quedado con una cicatriz muy fea porque no se ha curado bien (…) además, han pasado dos años y se me ha vuelto a caer”, explicaba en un inesperado vídeo en el que comunicaba su intención de pasar por quirófano.
Días más tarde, la influencer recurría a su perfil de Instagram para informar de su operación había quedado cancelada por una irregularidad en los valores de sus análisis de sangre: el hierro, que se encontraba por debajo de lo considerado “saludable”.