El hijo de Ivonne Reyes y Pepe Navarro ha cumplido 20 años. A su llegada de Honduras el joven ha soplado las velas en el que ha sido su cumpleaños más peculiar hasta la fecha: confinado y en familia. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado respecto a las celebraciones de otros años, pues Alejandro Reyes no ha recibido, una vez más, la felicitación de su padre.
Tal y como ha contado el cumpleañero en una entrevista para 'Lecturas', a pesar de lo importante y especial de la fecha, su progenitor ha decidido pasar por alto este día señalado en el calendario de su vida. El concursante de 'Supervivientes' ha señalado que todas las llamadas que ha recibido son "de cariño" y de gente a la que quiere.
Pero Alejandro no desvía en ningún momento las preguntas que tienen que ver con la relación con su padre, por la que se ha visto obligado a acudir a tratamiento psicológico. “Deberíamos ir todos y nadie se debería sentir avergonzado”.
Un ayuda por parte de profesionales que le ha ayudado a superar todos los “momentos malos” que le han convertido en una persona más fuerte. “He salido adelante y me siento muy orgulloso. Después de todos estos problemas he madurado muchísimo”, ha reconocido el exsuperviviente.
A pesar de lo excepcional de la situación (con el confinamiento a causa de la crisis del coronavirus), el joven ha reconocido que, aunque ha sido un aniversario diferente, no lo va “a olvidar nunca”.
Además, fiel a su característico buen humor, Alejandro ha confesado que se ha adaptado muy rápido al aislamiento. “Soy muy casero y no tengo sensación de claustrofobia. Me encanta ver mazo de pelis”, asegura el hijo de Ivonne.
¿Y de regalo? ¡Una llamada de Omar Montes! “Me encanta. Es un tío superhumilde que va a llegar muy lejos”, le cuenta a la mencionada cabecera. Pero si ha tenido palabras bonitas para alguien, esa ha sido su adorada madre, Ivonne Reyes. La actriz y presentadora se ha llevado todos los elogios de su hijo.
“Mi madre es mi heroína, me ha educado muy bien”, asegura el joven, que cada paso que da en su vida, lo hace pensando en “no defraudarla”. Gracias a ella, el superviviente pudo irse a Miami a estudiar actuación. “Mi madre me ha pagado los estudios, siempre me lo ha pagado todo. Estuve ocho meses y saqué muy buenas notas”.
Porque ese es el gran sueño del hijo de Pepe Navarro: convertirse en actor. Alejandro es un chico que tiene las cosas muy claras y apunta muy alto en cuanto a lo que su futuro se refiere. ¿Su objetivo? Entrar en alguna universidad de Inglaterra o Los Ángeles para estudiar publicidad, hacer castings y asumir “todo el trabajo que venga”.