Melyssa Pinto se hizo conocida gracias a su paso por 'Mujeres y Hombres y Viceversa', pero su verdadero salto a la fama se produjo cuando participó en la segunda edición de 'La isla de las tentaciones' junto al que por aquel entonces era su novio, Tom Brusse, con el que más tarde coincidió en 'Supervivientes' aunque ya no eran pareja. Sus incursiones en la televisión impulsaron su visibilidad en redes y actualmente supera el millón de seguidores en Instagram.
Ahora mismo su agencia de representación es la que fundó Dulceida, una de las más conocidas y codiciadas en la industria, y no puede estar más feliz con pertenecer a ella. Así lo ha explicado en el podcast de Druni al que ha ido para hablar de su trayectoria profesional y en el que se ha mostrado muy agradecida con la influencer por haberla fichada para su empresa, que también es la que representa a figuras de la talla de Anabel Pantoja, Sofía Suescun, Nagore Robles o Susana Molina.
Melyssa ha reconocido que adora su trabajo y que le da miedo pensar que algún día puede dejar de contar con el apoyo de sus miles de seguidores, pero que en caso de que eso ocurra tiene un plan B. De hecho, es probable que aplique este plan aunque continúe siendo creadora de contenido y es que su sueño es tener su propia marca de ropa.
La novia de Marco Panosian estudió Diseño de moda y hace tres años creó una marca que terminó abandonando: "No era mi ropa, no eran mis diseños y económicamente no era tan fácil para mí en aquel momento, entonces es algo que tengo planteado para un futuro".
"Quiero diseñar yo las piezas y que tengan personalidad", ha confesado la catalana, que quiere centrarse totalmente en el diseño de ropa y no entrar en el mundo de los complementos. "Es complicado hacerte un nombre dentro de este mundo porque hay diseñadores tanto en España como en el mundo que son muy potentes y ya tienen marcas creadas, son muy pocos los que empiezan ahora y llegan a ser como Chanel, eso es muy difícil", ha sentenciado Melyssa Pinto, que no por conocer la dificultad que entraña su reto va a tirar la toalla.