Diego Matamoros explica el motivo por el que tiene que tomar medicación a diario

Diego Matamoros explica el motivo por el que debe medicarse a diario. Tras su regreso a la televisión como defensor de su hermana Laura Matamoros en 'Supervivientes', el único hijo varón de Kiko Matamoros retoma su faceta de influencer y acude a la première de la última secuela de 'El planeta de los Simios'. Tras posar en el photocall, el exnovio de Marta Riumbau no ha dudado en atender amablemente a los medios y hablar de su enfermedad.

A sus 37 años, Diego Matamoros tiene diagnosticada una enfermedad congénita, crónica y degenerativa que le causa muchísimo dolor y que le imposibilita hacer su vida con normalidad. En periodos de crisis, ha llegado a necesitar asistencia médica en su domicilio y ser trasladado en ambulancia al hospital tras quedarse completamente paralizado, tirado en el suelo y sin poder mover las piernas.

El hermano de Anita Matamoros padece dolores de espalda desde hace años; de hecho, hace una década se vio obligado a abandonar 'Supervivientes' por dolores óseos que muy probablemente estuvieran relacionados con esta dolencia que mucho tiempo después le diagnosticarían.

Preguntado por los compañeros de Europa Press, el aspirante a chef, no ha dudado en hablar de la evolución de su enfermedad. Con resignación, Diego reconoce que irá "a peor, seguramente"; una realidad para la que ya se encuentra en cierto modo mentalizado. "Esto es lo que toca, pero bueno. Hay que remar y entrenar mucho, porque si no eso es lo que recoge el sistema óseo, así que a tirar".

"Eso estará ahí toda la vida, me sigue complicando la vida, tengo dolor crónico, estoy jodido, tomo medicación todos los días", explica mientras revela que, además de los tratamientos que se realiza periódicamente en el quirófano de la Unidad del dolor, debe medicarse diariamente para hacer frente a sus fuertes dolores, que en ocasiones le obligan a permanecer en cama.

"Ahora me vuelvo a pinchar en las raíces nerviosas y en la médula", cuenta precisamente hablando de estas intervenciones que le alivian bastante, pero que no llegan a ser suficientes.

Esta enfermedad, tal y como él mismo ha contado en diversas ocasiones y ahora ha vuelto a manifestar, le afecta "mucho" en su día a día, impidiéndole "no poder hacer muchas cosas". Tanto es así, que a pesar de la medicación diaria y de estos procedimientos en quirófano, aún hay días que es incapaz de "poder levantarse y andar bien".