Aguasantas Vilches ha anunciado que va a casarse con el exnovio y padre de la hija mayor de Alma Bollo, Juan José Peña. La exconcursante de 'GH VIP' sorprendió mucho a sus seguidores con la noticia porque nunca habían hablado de boda y 24 horas después del anuncio ha querido explicarles por qué ha decidido dar este paso, que no podrá seguir las características propias del rito gitano.
La razón principal es que en la comunidad gitana, para que pueda producirse la boda, es indispensable que la novia sea virgen, condición que no tiene que respetar el novio. Así, el primer paso para llegar a esa unión, es el 'pedido', en el que la familia de él acude a la casa de ella a pedir su mano. A partir de ese momento, pueden ser novios formales y no tienen que esconderse, pero hasta que no llega la boda deben mantener el celibato, al menos ella.
En la boda, antes de que el pastor confirme su unión, las mujeres casadas de ambas familias entran en una sala con la novia y una 'ajuntaora', que garantiza que la chica es virgen 'sacándole el pañuelo'. Las mujeres que no respetan esta condición, se considera que se han 'escapado' y, en muchos casos, se toma como una deshonra para la familia. Si se 'escapan' se da por hecho que el hombre con el que han mantenido relaciones sexuales por primera vez es su marido y que ya nunca podrán vestirse de blanco y celebrar su boda.
"Ya sabéis que soy gitana y según nuestras costumbres no me podría casar", ha comentado Aguasantas, confirmando que no podría 'sacar el pañuelo' que permitiera a su comunidad validar su unión matrimonial con el exconcursante de '¡Vaya vacaciones!'. "Yo desde pequeña siempre tuve claro que no me casaría así [...] porque era casarte con el primer chico de tu vida, quedarte con él para los restos de tu vida, yo siendo tan pequeña no lo veía", añadía la empresaria, dejando claro que nunca contempló casarse por el rito por el que sí que se han casado sus hermanos y por el que antes se casaron sus padres: "Y lo respeto todo".
"Esa espinita a una se le queda, pero es verdad que con el tiempo una se acostumbra", reconocía Aguasantas Vilches, que cuando se mudó a Jerez descubrió que otras jóvenes gitanas no habían seguido el rito propio de su etnia y se habían casado por lo civil. Fue entonces cuando se dio cuenta que ella también podría casarse y en su boda tiene la intención de combinar características de las bodas gitanas y de las payas.