Lucía Sánchez ha entrado en una fase en la crianza de su hija Mía que le está costando. La pequeña es su vida entera. Una niña muy activa e inquieta que la ganadora de 'GH DÚO' define como un "puro nervio". De ahí que el tema del sueño sea algo que le preocupe especialmente y de lo que ahora se ha desahogado con sus seguidores. La influencer ha explicado cómo ha sido la primera noche intentando que Mía duerma sola.
La que fuera participante de 'La isla de las tentaciones' ha reconocido sentir agobio en ese aspecto y el no saber si está cumpliendo bien con los plazos que debería para trasladar a Mía definitivamente a su habitación. Por eso, cuando se ha puesto una meta y esta no ha terminado saliendo, Lucía Sánchez ha explicado la frustración que ha sentido al no haber logrado su objetivo.
Las horas previas a este primer intento de que Mía durmiese sola por la noche eran esperanzadoras para la exnovia de Isaac Torres, sin embargo, Lucía Sánchez ha contado después la realidad de cómo se han precipitado los hechos. "Intento fallido... No sé si es más difícil por los niños o por las madres. Ni lo intenté a la hora de irme a la cama", ha terminado por reconocer la gaditana.
Esta etapa le está resultando especialmente dura a Lucía Sánchez. Los problemas de su hija para conciliar el sueño, la etapa de rabietas que ha encadenado, el hecho de que la pequeña sea muy despierta y esté todo el rato de un lado para otro, es lo que quiere cambiar la exparticipante de 'La isla de las tentaciones'. La ganadora de 'GH DÚO' quiere adoptar nuevos hábitos para que no se altere más el tema del sueño de su hija. El dar el paso definitivo es lo que le está costando.
"Pensé que no quería estar sola, que me daba pena y no la puse en su habitación", ha terminado por confesar del desenlace de esta primera noche. Con la promesa de que habrá nuevas intentonas, Lucía Sánchez también ha anunciado otro paso que va a dar. La influencer está ya buscando guardería para Mía. En un principio no era una opción y quería no tener que llevarla hasta los tres años, pero con el tiempo ha cambiado de opinión.
Sabiendo que cuando llegue ese momento se morirá de pena, también la mamá de Mía es consciente de que le va a venir muy bien este cambio a su hija. "El relacionarse con otros niños" y el lograr que agote energías porque "es incansable" es lo que quiere Lucía Sánchez, aunque cuando llegue la hora sepa que lo pasará probablemente peor ella que su niña.