Walking epidural: la anestesia a la que Violeta Mangriñán recurriría en el parto de su segunda hija
Violeta Mangriñán tuvo una 'mala' experiencia con la epidural y busca una alternativa
La exconcursante de 'Supervivientes' podría pedir que le administrasen la conocida como 'walking epidural'
Este tipo de anestesia lleva años administrándose, aunque no todas las pacientes son aptas para ella
Violeta Mangriñán se encuentra a punto de dar a luz a su segunda hija en común con Fabio Colloricchio. El momento del parto es algo que le asusta y para lo que intenta prepararse de la mejor manera posible. Su experiencia con la anestesia durante el parto de su primogénita acabó dejando a la influencer “postrada en la camilla” durante un día entero; motivo por el cual la exconcursante de ‘Supervivientes’ se encuentra buscando una alternativa, como podría ser la ‘walking epidural’.
La que fuera tronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' desea tener más libertad de movimiento en el momento del parto. "La epidural normal me dejó postrada en la camilla durante 24 horas sin poder andar", ha dicho a sus seguidoras, a las que ha pedido opinión sobre la 'walking epidural'.
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Qué es, en qué consiste, cómo se aplica y qué diferencias hay entre la 'walking' y la epidural convencional
La analgesia epidural se utiliza para remitir los dolores del parto. Esta técnica, que además ayuda a reducir los niveles de ansiedad y a rebajar el esfuerzo y los niveles cardiorrespiratorios de la madre durante el alumbramiento, permite a la madre dar a luz de manera consciente y sin dolores, colaborar a la hora de realizar los pujos y disfrutar al mismo tiempo de este bonito proceso.
El medicamento se inyecta a través de una punción lumbar que ayuda a bloquear las terminaciones nerviosas. Se introduce a través de un catéter, algo que permite la regulación del medicamento y aumento en caso de necesidad.
La principal diferencia entre la anestesia epidural convencional y la 'walking' son los fármacos empleados por el anestesista y sus concentraciones. En esta última, lo que se busca principalmente es reducir el dolor, pero manteniendo la capacidad motora de la paciente utilizando una menor dosis de anestésico local y aumentando la de opiáceos, las parturientas. El modo de aplicación es el mismo, a través de una aguja y un catéter.
Beneficios de la 'walking epidural'
Uno de los beneficios que tiene, además de permitir una mayor autonomía a la madre, es su rápido efecto, mayor que en la analgesia epidural tradicional. Según los estudios, la epidural ambulante puede facilitar a la paciente el empuje durante el periodo expulsivo.
"El efecto es parecido en todas las mujeres. No es tan eficaz cuando se administra con una dilatación avanzada", explica la doctora Amparo Urbina, jefa del Servicio de Anestesiología y Reanimación Obstétrico-Ginecológica del Hospital Doce de Octubre de Madrid para el portal 'natalben'.
No todos los hospitales la ofrecen y tampoco todas las pacientes son aptas para ella. "No se puede dar a elegir en todos los casos, solo en aquellos que esté indicado. Por ejemplo, si el parto está avanzado, hay que administrar la analgesia epidural convencional", incide la experta, que además, añade que "la dilatación suele ser más fácil y aumenta la confortabilidad de la parturienta, ya que no necesita ser sondada (puede ir al baño), es capaz de deambular o sentarse en un sillón, y en general se siente más autónoma".