Francisco Rivera, "Paquirri", sigue siendo una figura imprescindible en el corazón nacional casi cuatro décadas después de fallecer en los ruedos. Su hijo mayor visita esta noche 'De Viernes' y promete desvelar informaciones nunca reveladas sobre el matrimonio del torero con Isabel Pantoja. Como todos sabemos, el maestro estuvo previamente casado con la madre del invitado, Carmen Ordóñez. Fueron dos enlaces que coparon, en el siglo pasado, muchas páginas en las revistas del corazón.

El primer casamiento del diestro tuvo lugar el 16 de febrero de 1970 en la Iglesia madrileña de San Francisco el Grande. Entonces él tenía 25 años y la novia era menor de edad: Carmina solo contaba con 17 años. Una juventud que hacía que los padres de ella no terminasen de aceptar un matrimonio tan precoz. La pareja se había conocido tres años antes en una corrida de toros en Tarifa y desde entonces estaban profundamente enamorados.

Paquirri e Isabel Pantoja se casaron en 13 años después: el 30 de abril de 1983. Pantoja y Paquirri llevaban dos años de novios. Como había ocurrido con Carmina, se conocieron en una plaza de toros. Mucho se habló en la prensa de la época de si Isabel acudía al altar llena de pureza y así fue según desvelaba de manera sutil 'Hola' en su crónica: "Su noche de bodas fue tan feliz, que incluso perdieron el avión en el que iniciarían su viaje de luna de miel, viéndose obligados a aplazar la salida para el día siguiente".

Según contaban las publicaciones de la época, Carmina Ordoñez se levantó el día de su boda "a la una de la tarde, desayunó zumo de naranja y un consomé". "A la hora de comer, Carmen optó otra vez por una sopa que acompañó con un filete y una pastilla para los nervios": novia medicada, novia afortunada. La ceremonia estaba organizada para las 18:15, pero un aparatoso atasco en las calles de Madrid impidió que el novio recogiese a su madre y madrina y se retrasó varias veces. La función terminó con la madre, Carmina Dominguín, y la única hermana de la novia, Belén, llorando a mares porque la nube de fotógrafos les había impedido ser testigos del "sí quiero" de la pareja. Ambas habían sido las encargadas de ayudar a Carmina, más tranquila que de costumbre por obra y gracia de los fármacos para vestirse de novia.

Por su parte Isabel llegó radiante a la Iglesia en una carroza tirada por cuatro caballos. La suya también era una ceremonia de tarde. Era tanta la multitud que se encontraba ante el templo que llegaron a pisar su larga cola cuando ya salió casada y sufrió un ligero desmayo de camino al monasterio de los Jéronimos, donde tuvo lugar la cena y posterior fiesta.

El traje nupcial de "La Divina" consistió en un diseño de la firma Herrera y Ollera de manga larga y cuerpo ajustado hasta la cintura. En ese punto brotaba una falda de gran volumen. El vestido contaba con una sucesión creciente de medallones bordados en plata y cristal, desde el cuello redondo hasta los pies. Carmina pidió que en los medallones no incluyesen perlas. ¿El motivo? Las supersticiones nupciales dicen que éstas se traducen en un matrimonio lleno de lágrimas. Como diadema eligió un tocado de inspiración lituana del que prendía una cascada de 26 metros tul ilusión.

Isabel Pantoja llegó al altar con un precioso traje de raso, con escote barco y una cola de siete metros que su propia madre le ayudó a ponerse. La tonadillera completó su atuendo con una diadema de brillantes, que hacía juego con los pendientes y la pulsera que le dio Paquirri como regalo de petición de mano.

Entre los más de 1500 invitados de la boda de Paquirri y Carmina se encontraban Lola Flores, Celia Gámez, Máximo Valverde, nombres del toreo, de la jet set, ministros del régimen y la pareja formada por Carmen Martínez Bordiú y Alfonso de Borbón.

Pantoja y Paquirri invitaron a su desposo a 1200 personas. Entre los asistentes estaban Rocío Jurado, Cayetana de Alba, Palomo Linares, Massiel o El Cordobés. Junto a los novios estaban también Francisco y Cayetano Rivera, los hijos que Paquirri tuvo con Carmen.