Fue la gran víctima de la separación de Antonia Dell’Atte y Alessandro Lequio: Clemente, el hijo de la pareja sirvió de arma arrojadiza en los medios cuando el Conde italiano abandonó a la musa de Armani para vivir su historia con Ana Obregón. Casi tres décadas después, aquel niño confundido que veía como sus padres se tiraban los trastos a la cabeza ante la prensa del corazón se ha convertido en un hombre hecho y derecho. Actualmente vive de manera anónima en Miami y está casado.
Nacido en Turín el 2 de abril de 1988, Clemente ha vivido en España prácticamente toda su vida. A pesar de haber crecido en el ojo del huracán de la prensa del corazón de los 90, el primogénito de Alessandro es alérgico a la proyección pública. Por eso, al cumplir la mayoría de edad decidió abandonar el país: primero vivió entre Berlín y Milán, donde estudió en la universidad y completó un doctorado en Ciencias Políticas. En 2016 se marchó de manera definitiva a Estados Unidos.
"Vivo en Estados Unidos alejado de la prensa y del cotilleo (...) Estoy casado y no vendo mi vida privada, porque así he sido criado", explicaba en un vídeo en sus redes sociales hace unos años. No se le caen los anillos y en aquella pieza audiovisual explicaba con total naturalidad que se ganaba la vida trabajando como camarero.
Su mujer, con la que se casó de manera íntima en octubre de 2020, se llama Corbie Gregory. Empezaron su relación al poco de que Clemente aterrizase en los Estados Unidos. Si Clemente no quiere saber nada de la prensa, ella todavía menos. Por suerte, sí sabemos que trabaja como gerente del Nobu Hotel Miami Beach, hotel en el que empezó su carrera profesional hace ya dos décadas. La pareja no tiene hijos pero sí varios perritos que muestran en sus redes sociales.
La relación de Corbie con Alessandro y con Antonia es francamente buena. La modelo, que no habló de ella hasta que se filtró la noticia de la boda con su hijo, se deshace en elogios hacia ella: "Es maravillosa como persona. Una mujer diez. Trabaja en recursos humanos, es familiar, deportista y, además, guapísima y con unos ojos azules verdosos preciosos", declaró entonces a la revista 'Hola'. En aquella exclusiva también contó que "hemos pasado mucho tiempo juntas en Miami, nos llevamos muy bien y hablo con los dos cada día".
Durante su juventud el hijo mayor de Alessandro Lequio intentó hacerse un hueco en el mundo de la música electrónica como disc jockey y, de hecho, consiguió ser el encargado de la música varias fiestas de postín. Durante la cuarentena del coronavirus del 2020 retomó la afición y en febrero de 2021, nueve meses después de la muerte de su hermano Álex, editó un trabajo con diez temas electrónicos bajo el sobrenombre de Draper Le Bond.
Autodefinido como "un romántico en el XXI", este mismo año lanzó una sorprendente propuesta de tres temas de música clásica bajo el título 'Concerto per pianoforte e orchestra D'Archi’. Este trabajo puede escucharse en las principales plataformas musicales.