Aless Gibaja ha revelado un episodio que hasta ahora era totalmente desconocido. No es de extrañar que el influencer haya acudido a concursar a 'En busca del Nirvana' para lograr encontrar paz. Lo que vivió al noreste del Caribe difícilmente lo podrá olvidar. En un clima de confianza, el creador de "hola bebés" se ha sincerado y ha hablado sobre su experiencia en una cárcel de Puerto Rico.
Acostumbrados a verle rodeado de glamour y con su estilo de vida "súper pink" resulta difícil de creer que acabase en una cárcel de Puerto Rico cuando se disponía a acudir a una fiesta como "invitado Superstar" y acabó entre rejas por un malentendido y unos papeles que no estaban bien hechos.
Así lo ha contado en una entrevista que ha sido colgada en TikTok en la que ha dejado a todos completamente alucinados. "Lo que me pasó es muy fuerte", comenzaba diciendo todavía entre risas para introducir una de las experiencias más duras que ha tenido que vivir y para la que después se ha puesto mucho más serio.
Su llegada a San Juan en Puerto Rico para acudir a una fiesta de invitado terminó de la manera más inesperada. "Me tuvieron dos días en la cárcel. Vi de todo. Imagínate a la gente que retenían. Estuve dos días durmiendo en una colchoneta como si fuera un criminal, como si fuera un narco yo. Salió en la televisión, fue terrible", son las palabras con las que recuerda esta terrible experiencia.
La traumática experiencia le hizo darse cuenta de muchas cosas. La más importante es que tenía que despedir a la representante que le llevaba en aquel momento dado que su actitud con él no fue nada ejemplar. "La que era mi repre estaba en un hotel de cinco estrellas, living de life y no hizo nada para ayudarme", ha relatado ahora después de haber pasado ya un tiempo y haber digerido ya todo.
Ese desengaño le dolió tanto como el tener que pasar dos días en la cárcel rodeado de presos. "Allí había de todo, desde el que había robado, hasta el que tenía drogas. Yo estaba en shock", ha manifestado de lo que aún recuerda y le sigue impresionando.
Lo que se hizo mal con él y le explicó la policía es que necesitaba tener una visa de trabajo, de lo que no fue informado por la agencia que gestionó su traslado. Una negligencia que le hizo pasar por una experiencia en la cárcel de lo más terrible, que estaba fijada para una semana, pero que afortunadamente para él duró dos. Eso sí, los recuerda como si fueran una eternidad de lo mal que lo pasó.