La bomba de relojería que ha detonado Ángel Cristo en ‘De Viernes’ tiene sus orígenes en la complicada infancia que él y su hermana vivieron junto a sus famosos progenitores: el domador Ángel Cristo y la conocida actriz Bárbara Rey. Una niñez marcada por una familia desestructurada con un padre adicto y maltratador y una madre dedicada a los espectáculos de revista.
Sofía Cristo se abrió en canal para relatar sus primeros años de vida en 'Secret Story’. La DJ, nacida en 1983, explicó que sus recuerdos empiezan a los cinco años de edad. “La verdad es que lo que recuerdo es tener mucho miedo”. Según relató, con esa edad padeció en su propia casa abusos sexuales por parte de alguien próximo a la familia. “Nunca se lo he contado a nadie. Yo no era consciente de lo que ocurrió hasta que fui creciendo y supe lo que me había hecho. De hecho, sólo lo saben tres amigos míos y mi terapeuta. Nunca he querido contarlo porque es una persona muy allegada a nosotros", logró contar.
Para recrudecer más aún el ambiente, la naturaleza violenta de su padre y sus problemas con las drogas endurecían su triste niñez: “Yo tenía adoración por mi padre, pero sólo tengo capítulos de él de los malos tratos a mi madre y de tenerle miedo porque pensábamos que iba a matarla. Así que para mí fue una liberación que a los 6 años se separaran", explicó desde Guadalix.
Sin embargo, el divorcio trajo consigo otros momentos complicados. Sofía explicó que su padre se llevó todos los muebles de la vivienda familiar y dejó a sus hijos y a su exmujer sin nada. “Teníamos una mansión, sí, pero mi madre, mi hermano y yo dormíamos en un colchón. No había nada más", recordaba Sofía.
El peso de tanto sufrimiento se desbocó con la llegada de Sofía a la adolescencia: “era una chica insegura, aterrorizada ante la vida y marcada por el dolor”. La joven, siguiendo el ejemplo de su padre, cayó en el turbio mundo de las drogas y el consumo de estupefacientes la aportaba una falsa sensación de seguridad: "Me sentía invencible", relata. Con solo 13 años cayó en el pozo de las adicciones y éste se hizo más profundo cuando, al borde de la mayoría de edad, decidió ser DJ y vivir la noche. Así estuvo hasta cumplidos los 30 años, momento en el que tomó la decisión de acudir a un centro de desintoxicación y su vida dio un giro de 180 grados.
Por su parte, el testimonio de Ángel (de 43 años) cuando rememora su infancia también resulta desgarrador. Además de la figura de su padre y la adicción de su hermana, Ángel incluye a su madre en la ecuación. Según relató, la actriz le administraba Orfidal para ayudarle a calmarse a través de los biberones.
En su entrevista para ‘De Viernes’, Ángel ha relatado que entre las muchas cosas negativas que recuerda sobre sus primeros años de vida, los cuales pasó en el circo, recuerda cómo le obligaron a trabajar desde los 5 años como domador de elefantes, con el peligro que eso conllevaba para su propia integridad física.
Ángel coincide con el relato de Sofía sobre la figura de Ángel Cristo, que llenaba la casa familiar de drogas y prostitutas. De la misma manera, relata los malos tratos que éste profería sobre la vedette. “El afán de mi padre era destruir a mi madre", pero el hecho de mi madre luego contara todo públicamente hizo que "me convirtiera en la comidilla de todo el colegio". Según cuenta, sus compañeros le hacían bullying y le informaban de que utilizaban imágenes de su progenitora para sus prácticas onanistas.
Por si todo esto fuera poco, Ángel también afea a Bárbara Rey que, tras separarse del domador, lo convirtiese en un adulto responsable cuando era solo un niño. “Mi madre me cargaba de responsabilidades nada más llegar del colegio hasta que se iba la luz del día”. No solo habla de tareas del hogar, que él hacía sin rechistar, sino también de cómo debía desatender sus estudios para darle "masajes de tres horas”. Además, debía velar por el bienestar de su hermana, adicta a las drogas desde los 13 años.