Los hijos de la actriz de 'Los Serrano' Natalia Sánchez y su pareja, el también actor Marc Clotet, están mayorcísimos. Lia y Neo, de 4 y 3 años de edad, son dos chavales felices y despiertos. Así lo hemos podido comprobar en una de las últimas publicaciones de la pareja en la que anunciaban que la familia hacía las maletas y abandonaba Barcelona. La familia no deja España, sino que fija su residencia en la capital del país ya que es precisamente en Madrid donde Natalia ha encontrado trabajo.

La primogénita del clan, Lia, llegó al mundo casi por sorpresa el 10 de enero de 2019. Debido a que aquel fue un parto prematuro, madre e hija pasaron la primera semana de la pequeña ingresadas en el hospital. A pesar de que aquellos días no fueron fáciles, madre e hija salieron adelante y pronto volvieron a su antigua casa de la ciudad condal.

Poco le duró a la niña de Natalia y Marc la condición de hija única. El 20 de mayo de 2020 Neo nació en un parto natural, rápido y sin epidural. "4,08 kg de ternura que se han hecho esperar... ¡Bienvenido al mundo, Neo!", escribió Natalia en sus redes sociales.

A pesar de que la pareja de actores oculta la cara de su hijos con emoticonos, es habitual que compartan fotos de los niños en sus respectivas cuentas de Instagram. De esta manera sus seguidores han sido partícipes del día a día de la familia. Jornadas campestres, vacaciones, cumpleaños… todos los planes del clan han sido inmortalizados y convenientemente colgados en redes por Natalia

Precisamente a través de esta ventana de comunicación, la actriz también ha hecho partícipes a sus seguidores de muchas reflexiones vinculadas a la maternidad: rabietas infantiles, visitas médicas y hasta el momento de poner fin a la lactancia. Los momentos más íntimos de la familia han quedado inmortalizados para los restos en Instagram para deleite de unos y reprobación de otros tantos.

Estos días están resultando de enorme trasiego para los Clotet-Sánchez, la actriz quiere que sus hijos se adapten "lo mejor posible" a su nueva vida y asegura que tanto ella como Marc han tenido que hacer "malabares" para compaginar sus agendas con la mudanza y la adaptación de los pequeños a su nueva ciudad.