El próximo mes de noviembre Alessandro Lequio celebrará nada menos que 15 años de casado con María Palacios. La suya fue la "boda del año" del 2008. Parece que han pasado varios siglos desde entonces: en aquella época Zapatero era el presidente del Gobierno, Chiqui participaba en la décima edición de 'Gran Hermano' y la Infanta Elena anunciaba "el cese temporal de la convivencia" con Jaime de Marichalar. Pero, ¿cómo fue el enlace de Lequio y Palacios?

La boda de María Palacios y Alessandro Lequio tuvo lugar el sábado 15 de noviembre en el antiguo monasterio de Santa María de Sacramenia. Se trata de una antigua abadía cisterciense situada a tres kilómetros de El Coto de San Bernardo (Segovia). Según recogió entonces la revista que publicó la exclusiva del enlace se trató de una boda "en un entorno como el de un bello y mágico cuento medieval".

Para tan importante ocasión, la novia rompió convenciones luciendo un vestido que confeccionó para ella la demandada modista nupcial Rosa Clará. Se trataba de una creación de inspiración medieval de color gris perla, línea recta y corte imperio. La joya más destacada que lució María fueron unos grandes pendientes con 100 brillantes diseñados por ella misma. En cuanto al maquillaje, la revista de cabecera de la pareja aseguró que se maquilló ella misma.

Alessandro, por su parte, sí tiró de tradición y lució un chaqué que había heredado de su padre. La madre del aristócrata italiano, Sandra Torlonia y Borbón, actuó como madrina y también mostró un atuendo clásico y acompañó a su hijo al altar ataviada con mantilla española y unas espectaculares joyas de la herencia de su abuela la reina Victoria Eugenia.

En tan importante jornada, los novios estuvieron acompañados de sus familiares y amigos. Entre los nombres más destacados del enlace figuraron Ana Obregón, que sorprendió con un espectacular modelo rojo, su hijo Aless, Ana Rosa Quintana y otros rostros televisivos como Jaime Peñafiel, María Patiño, Jesús Mariñas y Boris Izaguirre.

Según reflejan las crónicas de la época, el menú estuvo compuesto por raviolis de alcachofa, foie, consomé con yema de pollo de corral, ciervo a la broche y la consabida tarta nupcial. Para regar el convite los novios ofrecieron a sus invitados un gran vino de reserva.