Carla Barber ha decidido poner a la venta su lujoso y recién reformado palacete en Madrid, a juzgar por la información compartida por Guille Revilla, un consultor inmobiliario muy popular en las redes sociales por compartir 'house tours' de las propiedades que gestiona para su venta. Ha sido él también quien ha revelado la cifra millonaria que la exconcursante de 'Supervivientes' pide por esta casa con jardín y piscina situada en la exclusiva zona de La Florida.
Revilla, que no ha mencionado en ningún momento a la experta en medicina estética, ha asegurado que ya ha grabado el vídeo de la propiedad al completo y que pronto lo subirá a Instagram para que los potenciales compradores puedan ver al detalle todo lo que ofrece este palacete del siglo XIX, adelantando ya que cuenta con piscina, jardín recién reformado, un porche con forma de invernadero de estilo inglés, un salón de 120 metros cuadrados, cinco habitaciones y ocho baños.
"Es especular la casa, muy bonita, tiene todo el muro exterior construido con piedra de un palacete del siglo XIX de la Castellana, la entrada es una pasada y desde el salón se accede al porche y es como estar en Versalles", ha comentado el consultor inmobiliario, que ha animado a quien esté interesado en adquirir la propiedad que no espere a que suba el vídeo completo y que le escriba ya. Por último, ha revelado su precio: 6,5 millones de euros.
La decisión de Carla Barber de desprenderse de esta propiedad puede resultarle sorprendente a sus seguidores, pues la doctora nunca había manifestado su intención de vender esta mansión que adquirió hace dos años y que ha terminado de reformar y decorar hace menos de seis. De hecho, este verano se quejó de que estaba "asfixiada" en su palacete porque no tenía aire acondicionado y que le iba a poner solución de cara a la próxima temporada estival, dando a entender que allí seguiría viviendo.
Otro dato que hacía pensar que no iba a vender la casa es que, cuando instaló baños en el jardín para sus invitados a sus fiestas hace unas semanas, aseguró que iba a continuar añadiéndole cosas a su hogar en los próximos meses. Lo que sí que había compartido con su legión de seguidores era que se planteaba no vivir de manera continúa en Madrid, sino en Gran Canaria por sus hijos, para que estuvieran cerca de sus abuelos maternos.
Llegó a comprarse una casa en su isla, que prometió que iba a reformar, pero no mencionó nada de vender su palacete en la capital, donde también un posee un piso de lujo en el céntrico barrio de Justicia.