Omar Sánchez se ha apuntado a uno de los tratamientos estéticos más demandados. El que fuera marido de Anabel Pantoja ha seguido los pasos de su chica Marina Ruiz y se ha sometido a criolipolisis, una innovadora técnica que congela la grasa corporal para perder peso. Algo, ¿milagroso? No del todo. Este tratamiento requiere de mucha constancia y tiene algunos puntos clave que tiene que tener en cuenta el exconcursante de 'Supervivientes'.
Aprovechando que él hace ejercicio y practica deporte a diario, Omar Sánchez ha recurrido a los beneficios de la criolipolisis, el tratamiento que ahora todos quieren hacerse y que deja resultados visibles sin necesidad de cirugía. Sin ningún tipo de reparo, el canario ha mostrado paso a paso cómo ha sido el asistir a una sesión de criolipolisis, así como la zona concreta que ha tratado para perder grasa.
Omar Sánchez ha trabajado mediante esta técnica que está de moda la zona del abdomen para esos centímetros de más que se resisten a perder con dietas y ejercicio. Sin anestesia, sin dolor, sin agujas y sin cirugía, el exconcursante de 'Pesadilla en el paraíso' se ha puesto en manos de los expertos para tratar su grasa localizada con una maquinaria específica y con la particularidad de que se ha hecho con temperaturas bajo cero. En concreto, a menos ocho grados para que el tratamiento estético resulte efectivo.
El objetivo que se ha trazado el novio de Marina Ruiz es el de eliminar la grasa acumulada en un 25% y la flacidez, pero hay que ser consciente de que esta tecnología no hace milagros. La criolipolisis tiene sentido, según apuntan los expertos, para casos concretos. Esta no va a eliminar diez o veinte kilos, pero sí para trabajar y reafirmar zonas concretas.
Pero, ¿en qué consiste exactamente el tratamiento al que se está sometiendo el exconcursante de 'Supervivientes' y que está tan de moda entre los famosos? Según los expertos que trabajan esta técnica en la Clínica Golden de Sevilla este 'pequeño milagro estético' elimina las células adiposas mediante el enfriamiento y con una aplicación superficial.
Se trabaja con un aplicador de vacío ajustable que actúa encapsulando en su interior el tejido graso de forma selectiva y disminuyendo de forma controlada su temperatura, produciendo así la apoptosis de las células grasas. Las consecuencias de trabajar una zona a menos ocho grados son "la aparición de unos leves hematomas en la zona tratada y notar un leve cosquilleo en los dos días siguientes" al poner la piel a temperaturas muy bajas.
Frente a ese hay un beneficio muy evidente por el que que este tratamiento estético se ha colado en las rutinas de belleza de los famosos y este es el resultado. Según los expertos, en la mayoría de los casos será suficiente de una a tres sesiones de 70-90 minutos cada una, aunque también hay que medir bien los tiempos. Tiene que haber un intervalo de seis a ocho semanas entre cada sesión para conseguir los resultados esperados. Estos comenzarán a ser visibles a partir de la segunda semana y a ser definitivos a partir de la número doce, que es lo que espera ver pronto Omar Sánchez con esta técnica pionera.