Carla Barber está feliz porque puede disfrutar de sus vacaciones junto a sus dos hijos, Bastian y Bosco, en el mismo lugar en el que ella veraneaba de niña junto a su familia, un apartamento de 40 metros cuadrados situado en el sur de Gran Canaria, al lado de la conocida y muy turística Playa del Inglés. A los seguidores de la exconcursante de 'Supervivientes' les ha suscitado mucha curiosidad que haya escogido este alojamiento para sus vacaciones y le han pedido que les muestre cómo es el apartamento vacacional de los Barber.

La experta en medicina estética ha explicado que este piso es muy especial para ella porque en él pasaron todos los veranos de su infancia su madre, Rosa Barber, y sus tíos maternos, ya que era propiedad de su ya fallecido abuelo materno: "Cuatro generaciones en los mismos metros cuadrados durante más de medio siglo". Pese al paso de los años, la familia Barber sigue muy unida y es habitual que Carla y todos sus primos decidan pasar unos días juntos en este apartamento que tiene vistas al famoso Plaza de Playa del Inglés, un centro comercial en el que también hay muchos pubs.

Al ver el interés que ha suscitado en sus seguidores, Carla Barber no solo ha presumido de tener un apartamento con vistas al Plaza, sino que también ha hecho un 'house tour' para que pudieran ver cómo es la vivienda en la que han llegado a dormir hasta 19 personas: "Qué recuerdos... Aquí pasábamos los veranos. Dos habitaciones con dos camas de 90 cm. Algún día llegamos a ser 19, aunque normalmente éramos diez. Las peleas por dormir en colchón y no en colchoneta eran épicas".

La vivienda cuenta con dos plantas: la planta baja da a la calle, justo a una zona en la que pueden dejar el coche familiar y acceder a la cocina, que es de tipo americano, abierta hacia al salón, que tan solo cuenta con un sofá. Desde esa estancia sin paredes se puede acceder al balcón y están las escaleras para subir al piso superior, donde hay un baño y dos habitaciones.

Mientras hacía el 'house tour', la médica dejaba claro que le encanta estar cerca de su familia en su isla, razón que ha dado en muchas ocasiones para justificar la compra de un piso en la capital de Gran Canaria, Las Palmas, al que planea mudarse si siente que sus hijos serán más felices allí que en Madrid, donde acaba de reformarse un palacete.