Si hay algo que Noemí Salazar ame por encima del brillo son su hija Mimi y su pequeño Antoñito. La que en su día fuera integrante de ‘Los Gipsy Kings’ se derrite cada vez que mira a sus hijos, fruto de su matrimonio con Antón Suárez Salazar. Los retoños de la exconcursante de ‘GH VIP’ son los protagonistas de su última estampa familiar; un tierno posado con el que la feliz mamá presume de sus dos bellezas.
Noemí Suárez Salazar (conocida cariñosamente por todos como Mimi) y su hermano pequeño, Antonio (que nació el pasado mes de febrero en un parto por cesárea que pudimos ver de forma íntegra gracias a mtmad) son como la noche y el día. Una realidad de la que ella misma resalta mientras se derrite viéndoles crecer y observando lo diferentes que son sus dos retoños... "Mis bombones de chocolate y nata".
Ella es de tez oscura, ojos como la noche y pelo negro como el ébano. El bebé, en cambio, es rubio, de piel clara y ojos azules. A simple vista no parecen hermanos, ni siquiera hijos de la misma madre; sin embargo, viendo a sus padres rápidamente comprendemos que Mimi ha heredado los rasgos de Noemí y que Antoñito se parece más a su padre – aunque según Raquel Salazar, el bebé es clavadito a la abuela-.
Y aunque el pequeño de la casa es devoción absoluta para toda la familia, Noemí Salazar ha querido dedicar unas bonitas palabras a su niña, su belleza gitana. Mimi ha demostrado ser una excelente hermana mayor. La pequeña se deshace con Antoñito y ayuda a su madre en todo lo que puede; aun así, para que no se sienta desplazada, trata de dedicarle su tiempo y espacio.
Algo que ha ocurrido precisamente ahora, donde tras compartir el precioso posado de los dos hermanos, ha querido centrarse únicamente en su primogénita. La niña, de ocho años, cada día está más grande y guapa y su piel se ha bronceado todavía más con el sol del que han podido disfrutar durante sus vacaciones en familia
“Y no sé si es amor de madre, ¡pero desde todos los ángulos la veo perfecta!”, comenta la empresaria mientras publica el reportaje fotográfico que le han hecho a la reina de la casa.