El reto con el que Elena Rodríguez sobrelleva la ausencia de su novio, Pedro Solà

Elena Rodríguez es una deportista nata. El ciclismo es una de sus grandes pasiones. Por eso, ni en plena ola de calor la que fuera concursante de 'Supervivientes' deja a un lado este reto que, además, le está sirviendo para sobrellevar la ausencia de su novio, Pedro Solà. La madre de Adara Molinero está muy unida a su pareja, a quien ha dedicado un significativo mensaje en sus redes sociales, haciendo oídos sordos a las críticas.

Entrenamientos de fuerza, running, estiramientos...el deporte es una constante en la vida de Elena Rodríguez, que acostumbra a compartir en sus redes sociales esta faceta tan presente en su día a día. Y es que para la madre de Adara Molinero el deporte es sinónimo de vida y salud. "Es una parte muy importante en mi vida. Es mi mejor aliado para deshacer mis nudos, esos que solo nosotros podemos solucionar", escribe en su perfil oficial de Instagram.

Precisamente en esta plataforma, la que fuera participante de 'Supervivientes' ha hecho partícipes a su legión de seguidores del reto de ciclismo en el que ahora mismo está sumida. Y es que ni las altas temperaturas consiguen que Elena deje a un lado su vocación por la bicicleta. Una práctica de la que es experta (la practica a menudo) y que le sirve para desconectar y reconectar consigo misma.

Además, ahora que su pareja está lejos, a la televisiva le está sirviendo para sobrellevar su separación. Un distanciamiento que, a juzgar por las palabras de la también madre de Aitor Molinero, podría haber despertado rumores de crisis entre ellos. Pero, nada más lejos de la realidad. "Se dice, se opina, se juzga...y yo, a lo mío, echándote de menos, Pedro Solà", ha escrito la exsuperviviente, despejando de un plumazo cualquier posible duda sobre su historia de amor.

Una romántica Elena Rodríguez que no escatima a la hora de declararse públicamente a su pareja, de laque está locamente enamorada. Un noviazgo que continúa viento en popa y que no hace más que regalarle mágicos momentos que atesora con ella como el mayor de los regalos. Ahora, gracias al ciclismo, la madre de Adara Molinero se despeja mientras tacha las horas y los minutos para reencontrarse con Pedro Solà.