Marina García ha dado un giro radical a su vida. Su paso por ‘La isla de las tentaciones’ fue un auténtico antes y después para la sevillana, que desde hace tiempo vive apartada de la pequeña pantalla, centrada en sus redes sociales y en su clínica de medicina estética. Antes de entrar al reality de parejas de Telecinco, la novia de Jesús Sánchez soñaba con dedicarse profesionalmente a la moda; ahora, explica por qué abandonó sus estudios.
Marina puso a prueba su amor con Jesús en verano de 2020. Entonces, la joven sevillana tenía muy claras sus prioridades y su futuro profesional. Sin embargo, ‘La isla de las tentaciones’ trastocó todos sus planes.
La irrupción de Isaac Torres en su vida fue determinante en este sentido. Marina se fue sola del programa, aunque fuera retomó su relación con Lobo, con el que estuvo durante un tiempo hasta que su amiga, Lucía Sánchez, y su entonces pareja comenzasen a vivir su propia historia.
Recuperar la estabilidad tras este torbellino de emociones no fue fácil para ella, que reconoce que su mente no se encontraba preparada para ponerse a estudiar en esos momentos.
Con el paso del tiempo, Marina García ha ido encontrándose a sí misma y se ha hecho su propio hueco en las redes sociales. Alejada de todo tipo de polémicas, vive centrada en su clínica y en su faceta de influencer.
El gran cambio que ha dado es visible para todos aquellos que echen simplemente un vistazo a sus perfiles sociales. Una realidad que no pasa desapercibida para los seguidores de la de Mairena de Alcor, que han visto y detectado el gran potencial a nivel de estilo que tiene Marina. “Creo que deberías incursionar en el mundo de la moda, porque eres muy buena en ello”, le dice una seguidora.
Ha sido entonces cuando Marina ha sacado a la luz esta parte de su pasado y ha explicado el motivo por el que jamás ha llegado a titularse. “Tenía mi matrícula pagada para estudiar la carrera de diseño. Justo empezaba el 6 de septiembre, el mismo día que volví de grabar de la isla”, revela la empresaria.
Su situación no le permitía estar centrada y dedicarse a lo que verdaderamente siempre le ha gustado. Sin embargo, tras retomar su relación con Jesús Sánchez, mudarse a su propia casa y encontrar de nuevo la estabilidad, Marina García no descarta en un futuro formarse en esta materia.
“Mi cabeza no estaba en su sitio y nunca la empecé… Sé que algo tengo que hacer y lo haré. Tiempo al tiempo”, anuncia convencida del que probablemente sea su próximo paso profesional.