Violeta Mangriñán llora de dolor con su último tratamiento: “He visto las estrellas”

  • Violeta Mangriñán reconoce haber 'visto las estrellas' con su último tratamiento

  • La exconcursante de 'Supervivientes' recurre a la fisioterapia mandibular para tratar un problema que sufre desde hace años

  • Los métodos que ha usado hasta ahora no han sido lo suficientemente efectivos para aliviar su dolor

Violeta Mangriñán sufre un grave problema desde hace años que le provoca fuertes dolores y molestias. Después de probar diferentes métodos para tratar su afección, la exconcursante de ‘Supervivientes’ prueba un nuevo tratamiento con el que no ha podido evitar llorar de dolor.

Con los ojos vidriosos y sin poder evitar contener las lágrimas, la también extronista de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ explica qué es lo que se ha hecho para intentar aliviar los síntomas de su bruxismo.

Desde hace años, Violeta se inyecta bótox en los maseteros para bloquear el músculo mandibular que se le hipertrofia. Además de este tratamiento que se realiza en las clínicas de su amiga Carla Barber, la valenciana utiliza férulas de descarga para dormir, que evitan que sus dientes se desgasten del roce y la fuerza que realiza al apretar la mandíbula mientras duerme.

Estos tratamientos medicoestéticos y bucodentales no han sido suficientes para ella, que ha tenido que ponerse en manos de un especialista de fisioterapia mandibular, como último remedio.

Dado que son muchas las personas que sufren bruxismo y que este tratamiento no es tan conocido como los dos mencionados previamente, Violeta ha querido hacer pública su visita al fisioterapeuta.

“Segunda sesión de fisio para el bruxismo. He visto las estrellas, pero una sesión más es una sesión menos para estar bien del todo”, ha dicho a través de sus redes sociales.

Gracias a estas dolorosas sesiones, Violeta gana en calidad de vida. Sus músculos se descontracturan y, al hacerlo, sus dolores de cabeza, cuello y cervicales disminuyen.

Pero que la mamá de Gala Colloricchio haya decidido apostar por esta nueva terapia no significa que vaya a descartar las otras dos. Así, tal y como ella misma ha confirmado, sus visitas al fisio serán solo complementarias y continuará pinchándose bótox “cada seis meses”.