Carla Barber es consciente de que no es fácil lo que hace y, aunque es una mamá todoterreno sabe que el suyo es un reto grande. La exconcursante de 'Supervivientes' ha acusado el desgaste de su separación con Joseph, el padre de sus dos hijos y, tras pasar unos días difíciles, se ha derrumbado al sentir la dureza de ser madre en solitario.
La doctora experta en Medicina Estética se ha visto agobiada por la presión que supone ser responsable de las dos vidas de sus pequeños Bastian y Bosco, de su bienestar y el no tener el apoyo directo y en la misma situación de la otra parte. La influencer se ha sincerado y, aunque es una etapa bonita la que está viviendo, también está comprobando que ser madre en solitario puede ser muy duro.
De ahí que al pasar una noche solita sin la ayuda de sus padres o de algún otro familiar, se le ha hecho especialmente cuesta arriba a la exconcursante de 'Supervivientes' y ha buscado el desahogo en sus redes sociales. "Llevo unos días más sensible de lo normal. Se me saltan las lágrimas como me pasaba al final del embarazo de Bosco", ha comentado contando a sus seguidores.
Dentro de los desafíos a los que se enfrenta todos los días, Carla Barber está en un momento de muchos cambios. La exconcursante de 'Supervivientes' tiene casa nueva y ha decidido mudarse a Las Palmas de Gran Canaria. Tras poner a punto su palacete después de meses de muchas obras, parece que el destino de ella y sus hijos no va estar en Madrid, tal como tenía pensado.
A estos cambios se une también un momento especialmente delicado que también ha afectado a la que fuera Miss España. Tan solo dos meses después del nacimiento de su segundo hijo, Carla Barber ha tenido que estar moviendo los papeles de la custodia de sus pequeños. Eso unido a todo el tiempo que pasa trabajando y a la revolución de sus hormonas tras ponerse un DIU, le ha terminado por sobrepasar y derrumbarse en público.
En la soledad de esa noche que ha pasado junto a los pequeños, la influencer ha tenido tiempo de reflexionar y de ser consciente de que va a tener que pasar muchos momentos como esos de aquí en adelante. En ella recae la organización del día a día y esa carga en solitario le ha resultado desbordante.
"Bastian acaba de quedarse dormido y yo estoy tumbada en la cama a su lado. Qué bonito y qué duro es al mismo tiempo esto que estoy viviendo", ha explicado para agradecer muchos de los mensajes de apoyo que a diario recibe.
Afortunadamente, al día siguiente ha tomado todo de manera más optimista y después de encontrar el consuelo de sus seguidores que le han indicado que "no estaba sola", ha dicho para tranquilizar que había sobrevivido a este momento de bajón y que seguirá tirando del carro con fuerza. Sus hijos son su gran motor y la ilusión de volver a sentir mariposas en el estómago junto a Carlos Rubí.