Violeta Mangrinán está replanteándose su futuro continuamente: tras haber revelado que su idea era mudarse a Madrid para evitar separarse durante días de su hija en común con Fabio Colloricchio y decirle así adiós a su casa de Valencia, la exconcursante de 'Supervivientes' ahora ha confesado que ha cambiado de opinión debido al elevado precio de la vivienda en la capital.

La influencer vive actualmente junto a su hija Gala - que tiene diez meses - en la casa que se construyó en Valencia, pero admitió ante su legión de seguidores de Instagram a comienzos de esta semana que estaba valorando mudarse de nuevo a Madrid porque estaba harta de "vivir en un AVE" y no le gustaba pasar varios días a la semana lejos de su bebé, que cuando ella se va se queda al cuidado de Fabio, de su suegra o de su padre.

Es por eso que, aprovechando su viaje semanal a la capital, la extronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' ha decidido visitar cuatro pisos para comprobar si cumplen con sus requisitos para así poder alquilar alguno. Tras verlos, le ha confesado a sus seguidores que se ha quedado muy desanimada y que ha vuelto a replantearse su decisión, pues no imaginaba el alto precio que se paga por un piso en el centro.

"3.200 euros un piso de tres habitaciones en Madrid, en una zona buena pero el piso muy normalito. La chica de la inmobiliaria me dice que el precio no está nada mal, llamadme agarrada pero sigo en shock", ha comentado la valenciana, que lanzaba una reflexión tras conocer esta información por boca de su agente inmobiliaria: "Un piso de tres habitaciones en una buena zona de Madrid o alrededores no baja de 3.000 euros. Voy a replantearme lo de volver porque honestamente me parece un atraco a mano armada, por suerte tengo pareja y puede dividir gastos pero aún así...".

"¿Cómo hace una persona soltera para pagar un alquiler sola en Madrid? Aunque no sea zona 'buena' es que está prohibitivo todo en Madrid", ha lamentado Violeta Mangriñán, que con estas visitas a distintos pisos de la capital se está planteando lo que hasta hace unos días era una decisión bastante clara en su mente de cara a su futuro: la mudanza a la capital para evitar separarse de su única hija en común con Fabio Colloricchio durante tantos días seguidos por sus compromisos laborales.