Poco después de dar a luz a su hija Gala, Violeta Mangriñán se planteaba seriamente pasar por quirófano debido al descolgamiento y flacidez que había sufrido su pecho. La maternidad provoca importantes cambios en el cuerpo de las mujeres tras el embarazo, algo de lo que la exconcursante de ‘Supervivientes’ no ha dudado en hablar.

Su idea era operarse y devolver a su pecho la firmeza que tenía antes de convertirse en madre. Unas pequeñas prótesis anatómicas con caída natural podrían haber sido la solución que hace exactamente un año Violeta tanto buscaba.

La influencer, que tenía clara su idea de esperar unos meses antes de someterse a esta intervención estética, no se arrepiente de no haber pasado por quirófano en el momento en el que empezó a ver cómo su pecho se vaciaba durante el posparto.

Algo que ha querido señalar y destacar a sus seguidores, advirtiendo de lo mucho que puede cambiar el cuerpo en apenas un año sin necesidad de quirófano alguno.

“¿Os acordáis de que cuando di a luz no me gustó nada cómo me quedó el pecho? Lo tenía flácido, caído y feo y quería operarme sí o sí”, recuerda la pareja de Fabio Colloriccho, que apunta que “nueve meses y medio después” de tomar esa aparentemente firme decisión, la situación ha cambiado por completo.

Y es que, tal y como ella misma asegura, en la actualidad no lo tiene “nada flácido”. La valenciana reconoce que su busto no es el mismo que el que tenía antes de convertirse en madre, sin embargo, lejos de estar desencantada con la apariencia de su pecho, asegura sentirse muy cómoda y a gusto con su nueva silueta.

“He perdido una talla, lo tengo más pequeño que nunca, pero me encanta”, asegura mientras lanza una importante reflexión y consejo a todas aquellas mamás que puedan estar sintiéndose como ella lo hizo hace menos de un año:

“Si acabáis de parir y no os gusta vuestro pecho, esperad, dejad que pase el tiempo. Yo, por una vez en mi vida hice caso, no me apresuré y ahora doy gracias”.

Mangriñán Mondragó ha recuperado la firmeza que perdió durante el embarazo de Gala. Algo que le genera bastante alivio. No obstante, durante su gestación también acabó desarrollando otro ‘problema’ estético al que, sin éxito, ha tratado de poner solución de manera incesable.

El melasma que tiene en la cara, y por el que recientemente se abrasaba la cara debido a la mala aplicación de un cosmético, no se va. Una realidad con la que la extronista de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ no duda en bromear. “Ya podría haberme pasado lo mismo con la mancha del bigote… pero no”.