Violeta Mangriñán toma la drástica decisión de regresar a Madrid. A pesar de haberse mudado hace apenas unos meses a Villa Favioleta, la que ha construido en Valencia, la exconcursante de ‘Supervivientes’ no puede más y, tras una complicada y profunda reflexión, ha decidido que lo mejor que puede hacer es renunciar a su sueño y ser práctica.

Hace apenas unos días, la extronista de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ rompía a llorar, abrumada por la difícil situación que está viviendo. Debido a su trabajo como influencer, la valenciana debe viajar constantemente por motivos de trabajo, siendo Madrid el principal destino de sus viajes.

Cansada, sin apenas dormir y con el nudo en la garganta por haber tenido que separarse de la pequeña Gala, la pareja de Fabio Colloricchio se sinceraba. “Mi cabeza se replantea si tomó la decisión correcta al mudarse”, explicaba en cierto modo arrepentida de haber dejado su piso de Madrid y haberse instalado en Valencia.

Los viajes no han cesado y el cansancio acumulado han llevado a Violeta hasta el límite. Tanto es así, que su regreso a Madrid podría producirse más pronto que tarde. Aunque en un primer momento Violeta aseguró que esperaría por lo menos 2 o 3 años para hacerlo, este pensamiento ha cambiado por completo.

Después de días “sin parar de llorar” y tras hablar seriamente con su familia, la joven ha llegado a la conclusión de que, lo mejor que puede hacer tanto por su bienestar físico y emocional como el de su familia es regresar a Madrid.

Los Colloricchio Mangriñán ya han recibido ofertas por Villa Favioleta, sin embargo, su idea no es venderla. La pareja mantendrá la casa, eso sí, solo con fines vacacionales. Aunque por el momento no es algo completamente cerrado, esta idea de regresar a Madrid cada vez está más asentada. Por el momento, están barajando todas las opciones disponibles.

“Probablemente lo haga, y no ha mucho tardar. Llevo muy mal separarme de Gala, aunque sean pocos días cada semana. Me da igual que la gente no lo entienda, con que lo entienda yo es suficiente. Probablemente volvamos a Madrid de alquiler y la casa de Valencia la tendremos para ir en vacaciones, fines de semana o cuando nos apetezca”, cuenta a través de sus redes mientras reconoce llevar “días” sin parar de “llorar”.

“Estamos hablando mucho estos días sobre el tema y barajando muchas opciones de cara a septiembre. No lo estoy llevando nada bien”, reconoce.

Mangriñán se siente completamente abatida. Después de años de espera y de lucha por ver terminada la casa de sus sueños, la realidad soñada ha terminado convirtiéndose en un imposible. “Me hice una idea en mi cabeza que no está siendo como esperaba”, dice sincera. “Evidentemente, la calidad de vida en Valencia es infinitamente mejor que en Madrid y vivir en esa casa, que es mía, es mucho mejor que vivir en Madrid en un piso de alquiler”, comenta justificándose.

Violeta está arrepentida y reconoce haberse equivocado mudándose a Valencia. Por ello, aunque no lleve bien “la idea de dejar esa casa para volver a un piso en Madrid”, es consciente de que no es viable pasar más tiempo en un ave y en la capital por trabajo que con su hija en casa.

“Pensé que lo llevaría mejor, pero me equivoqué. Tenía que vivirlo para entenderlo, pero gracias a Dios es reversible”, explica con lágrimas en los ojos. “Estoy muy mal con el tema y barajando muchas opciones hasta tomar la definitiva”, dice mientras pide “respeto y empatía” y asegura que se tomará los meses de verano para pensar y reflexionar.