Rosario Matew confiesa que sufre megalofobia y se sincera sobre los problemas que le ocasiona

Rosario Matew, participante de la cuarta edición de 'La isla de las tentaciones', se ha sincerado con su más de medio millón de seguidores en TikTok y les ha confesado que sufre megalofobia, esto es, un miedo atroz a las cosas de gran tamaño, como un rascacielos, un barco, un avión o un monumento enorme, como pueden ser la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad.

La influencer les ha hecho esta revelación justo antes de montarse en un barco gigante para irse de crucero junto a su novio, Stiven Iniesta. En el vídeo, confesaba sentirse nerviosa y se le puede ver tratando de respirar con normalidad sin mucho éxito debido a su miedo atroz a enfrentarse a la imagen de un barco de grandes dimensiones, ya que el clip fue grabado antes de llegar a la zona de embarque y es que ya anticipaba que lo iba a pasar muy mal al ver la enorme estructura flotante.

La confesión ha pillado completamente por sorpresa a sus seguidores, pues han visto a la exnovia de Álvaro Boix viajar por ciudades con monumentos enormes y altos rascacielos como son Roma, Londres y París, donde también visitó Disneyland. Además, coge vuelos habitualmente y en ninguno de esos viajes había comentado su fobia a las cosas de gran tamaño hasta ahora.

Rosario ha aclarado entonces que los edificios no le provocan ese pánico y que su fobia se manifiesta en momentos muy concretos; uno de los cuales no ha sido su encuentro por primera vez con el barco en el que ha disfrutado de un crucero con su chico y es que, al llegar al puerto y verlo, le ha recordado a un edificio y, por tanto, no ha sentido ni una pizca de miedo.

"No me ha dado nada de miedo porque como parece un hotel no soy consciente de que es un barco que se va a mover por el agua, así que he montado un drama para nada", confesaba, con una gran sonrisa en la cara, la influencer en la zona de acceso al barco y es que, minutos antes, había compartido también en TikTok un vídeo en el que se mostraba temblorosa y asustada ante la idea de acercarse a la estructura flotante en la que iba a pasar una semana de vacaciones con su novio, con el que ya lleva saliendo más de un año y con el que reside en su ciudad, Elche.