Noemí Salazar ya ha retomado su agenda profesional tras haber dado a luz a su segundo hijo en común con su marido, Antón Suárez, pero aún sigue pasando mucho tiempo en casa al cuidado de su bebé, un niño al que han llamado Antoñito en honor a su padre y al que la exintengrante de 'Los Gipsy Kings' ve cada día más parecido a él.
Desde el momento de su nacimiento, a los Suárez Salazar les sorprendió que el bebé fuera rubio, excepto a su abuela materna y madre de Noemí, Raquel Salazar, que cree que el niño se parece a ella que tiene los ojos y el pelo más claro que el resto de su familia. Ahora, la influencer ha vuelto a confesarle a sus seguidores que le sorprende que su bebé haya sacado tan pocos rasgos de ella y es que es tiene la piel muy blanquita en comparación con su tono moreno.
Para demostrarle a su legión de fans de Instagram que no exagera, la exconcursante de 'GH VIP' ha compartido una foto en la que puede verse su brazo pegado al bracito de su bebé y en la que se ve claramente el contraste de tonos. "¿Me explicáis esta diferencia de color? ¿En serio este hijo ha salido de mi cuerpo?", se ha preguntado la influencer, adjuntando muchos emoticonos de la carita que se parte de risa para dejar claro que se toma con humor el hecho de que su bebé y ella sean tan poco parecidos físicamente.
Aunque a sus familiares - excepto a su madre - les sorprendió mucho que el niño naciera rubito, a la madrileña no le llamó tanto la atención porque sabía que su marido tenía el pelo muy clarito cuando era pequeño, por lo que le parecía natural que se pareciera tanto a su padre, con el que comparte nombre y apellidos, pues los dos se llaman Antonio Suárez Salazar.
Que tenga la piel más blanquita que la de Noemí también es porque en eso se parece a Antón, que es mucho menos moreno que la influencer, que confesó que cuando le conoció pensaba que era payo y no gitano por sus rasgos físicos.