Raquel Salazar explica cómo se encuentra tras recibir su diagnóstico médico: “Me he puesto a llorar”
Raquel Salazar habla y actualiza su estado de salud
La madre de Noemí Salazar siente fuertes dolores en el costado desde hace días
La integrante de 'Los Gipsy Kings' asegura no soportar los dolores que padece
Raquel Salazar explica cómo se encuentra tras su reciente visita al hospital. La madre de Noemí Salazar se ha visto obligada a acudir a urgencias hasta en dos ocasiones en los últimos días debido a los fuertes dolores que tiene en el costado. Tras recibir un diagnóstico médico, su hija no tardaba en pronunciarse y en hablar de su estado de salud. Ahora, es ella misma la que actualiza cómo se encuentra y habla del problema que le han diagnosticado.
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Aquí estoy, tumbada. Me han sacado un desprendimiento de la costilla. Gracias a Dios no hay nada en el pulmón”, dice la integrante de ‘Los Gipsy Kings’. “El antiinflamatorio que me dio el otro médico no me estaba haciendo absolutamente nada”, continúa mientras habla de su primera visita al centro hospitalario. “Ahora me han mandado algo un poquito más fuerte”, añade aliviada haciendo referencia al tratamiento que le han pautado, aunque postrada en la cama.
“Estoy hecha una mierda. Hoy me he puesto a llorar, porque juro que no puedo más. No me puedo mover y yo soy una mujer que necesito moverme. Es un dolor que no se va. Me tomo una pastilla y no se va, está constantemente ahí, todo el día y toda la noche”, dice cansada de la dolorosa situación que está viviendo.
La modista asegura que no es capaz de llorar ante las cámaras “porque me da vergüenza”. Además de este dolor fuerte y punzante que siente y desde hace días y que, según explica su hija Noemí, se debe a la constante tos que sufre desde que se contagiase de covid-19 hace aproximadamente un mes, Raquel Salazar tiene otras dolencias.
“Tengo en la rodilla una contusión. Cuando me quedé con Mimi en el hospital junté dos sillones para acostarme un poquito, metí la rodilla se abrieron y me caí. Ha pasado mes y medio y me sigue doliendo, pero por cuidar a esta moza lo haría una y mil veces”, lamenta mientras su nieta se acerca y le da un tierno beso en la mejilla.