Verdeliss es una férrea defensora de la maternidad y la lactancia materna. La exconcursante de ‘GH VIP’ lleva años tratando de visibilizar estos temas a través de sus redes sociales, donde ha narrado tanto sus buenas como malas experiencias como madre de ocho hijos. No puede evitar explotar ante las injusticias, menos cuando las vive en sus propias carnes. En uno de sus últimos viajes, Estefanía Unzú ha visto cómo se le negaba el uso de una sala de lactancia para extraerse la leche.
La ‘instamami’ continúa dándole el pecho a Deva, su octava hija. Por motivos de trabajo, la navarra ha tenido que desplazarse a Barcelona, donde tras pagar por el uso de los baños públicos de una estación, se le ha negado el acceso a la sala de lactancia.
Verdeliss no iba a amantar a su hija, sin embargo, sí que necesitaba poder extraerse la leche del pecho. Algo que ha tenido que realizar en la calle, a plena luz del día y junto a una papelera. Una situación ante la que no ha podido evitar estallar y que ha querido denunciar públicamente a través de sus redes sociales.
“Me parece muy reprochable que precisamente en una estación de tren, donde sea más que probable cruzarse a madres lactantes separadas de sus bebés entre viajes, no contemple las extracciones de leche. Porque parece que no es suficiente justificante verbalizarlo”, cuenta a través de sus redes sociales tras verse obligada a hacerlo en la vía pública.
“Por lo visto, extraerse la leche no es uno de los usos contemplados de una sala de lactancia”, dice “realmente enfadada”, mientras enseña su camiseta empapada de leche y uno de sus pechos: “Tengo el pecho como una absoluta roca”.
La madre de Aimar, Irati, Laia, Julen, las mellizas Eider y Anne, Miren, y Deva ha tenido que extraerse la leche junto a un contenedor. Un momento denigrante que ha tratado de denunciar formalmente pidiendo una hoja de reclamaciones que, para su sorpresa, también le ha sido denegada porque “supuestamente, no tenían”.
Será porque no las tienen, será porque no me las quieren dar, pero, me han negado el acceso a una hoja de reclamación y en su lugar me proponen contactar con ellos en su web… surrealista.
La influencer denuncia el trato recibido y cree que le han negado la entrada a la sala de lactancia porque creen que “iba a maquillarme”. También que ha pagado “1 euro” por el uso de esos baños de pago simplemente por la necesidad de utilizar la sala dedicada a amamantar y, aunque para ella el pago es lo de menos, está muy dolida y enfadada con lo que le ha ocurrido.
“Le he aclarado que necesito la sala de lactancia para extraerme leche y aun así me la ha negado. Así, ‘sin anestesia’, porque no”, comenta enfadada mientras explica que quería usar la “sala de lactancia para darle un uso de lactancia, como puede ser extraer leche”.
“No tengo a la bebé encima, pero resulta que mis tetas fabrican leche. Y se supone que estás en una estación donde la gente puede estar haciendo viajes largos y resulta que uno de los servicios que prestas es este. Yo no tengo que estar demostrándote nada”.
La mujer de Aritz Seminario lamenta la situación que ha tenido que enfrentar y, mientras vacía su sacaleches en la papelera que tiene al lado, pide por favor que “se facilite un poquito más las cosas” a todas aquellas madres lactantes que pasan muchas horas fuera de casa. “Ya bastante complicado es separarme de mi bebé como para encima tener que verme en esta tesitura”.