Violeta Mangriñán no gana para sustos. La exconcursante de 'Supervivientes' contaba hace unos días que le había salido un bulto en la cara que se quería vigilar y ahora tiene un nuevo motivo para hacerse un chequeo médico intensivo. La influencer quiere conocer la causa por la que se ha dado cuenta de que ha sufrido un sangrado rectal y despejar así dudas y temores.
Poco se imaginaba Violeta que, tras pasearse junto a su pareja Fabio Colloricchio por la alfombra rosa de los Premios Ídolo y de estar presente en el pistoletazo de salida de unas Fallas para ella más especiales, que estaría ahora dándole vueltas a un nuevo problema de salud.
Si en un principio la que fuera tronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' veía esta inesperada hemorragia como algo en lo que no tenía que reparar porque se trataba de "la amiga de todos los meses", posteriormente Violeta ha visto que este sangrado no se debía a la menstruación.
Consciente de que lleva una racha en la que ha encadenado distintos problemas de salud, la exconcursante de 'Supervivientes' se ha decidido a hacer un "chequeo intensivo médico" para despejar dudas a raíz de este último sangrado rectal que es lo que le ha terminado de inquietar en esta racha de cosas raras que le están pasando.
"Tranqui, amigos, mala hierba nunca muere", son las palabras que Violeta Mangriñán ha dirigido a sus seguidores para dar tranquilidad y dejar claro que, aunque se va a revisar a fondo, trata de no darle más importancia de lo que este episodio podría tener. "Nunca son cosas graves. Ojalá siga así", ha terminado por concluir a la espera de un diagnóstico concluyente.
Con su característica transparencia y naturalidad, la influencer ha compartido cómo está con sus seguidores, que resultan buenos consejeros y que ante los nervios le sirven siempre a ella de buena evasión.
Por eso después de desahogarse a través de sus stories de Instagram y de contar que se va a hacer un chequeo médico para despejar sus dudas, la exconcursante de 'Supervivientes' ha tratado de seguir con su día a día acudiendo a un evento, aunque vigilándose por si ese inexplicable sangrado va en aumento.