Noemí Salazar ha explicado que no todo está siendo de color de rosa tras haber dado a luz a su segundo hijo, Antoñito, porque su hija mayor, Mimi, ha tenido un problema de salud por el que ha tenido que acudir a urgencias. "Me siento fatal por no poder estar con ella. No paro de llorar, serán las hormonas", ha explicado la exintegrante de 'Los Gipsy Kings', que le ha dado las gracias a su madre, Raquel Salazar, por estar al lado de su pequeña.
Raquel estuvo al lado de su hija mayor en todo momento durante la llegada al mundo de Antoñito, que nació en una cesárea con complicaciones; y ahora no ha dudado en continuar ayudándola, haciéndose cargo de Mimi y acompañándola durante dos seguidos al hospital para que pudieran revisarla, ya que tenía vómitos continuos y le habían bajado los niveles de azúcar.
Ayer, Noemí explicó en sus redes sociales que parecía que su niña iba a tener que quedarse en el hospital, recibiendo sueros y medicamento; y hoy Raquel Salazar ha confirmado que su nieta está ingresada y ha pasado la noche en el centro médico. Para tranquilizar a sus seguidores, la madrileña ha grabado un vídeo de su nieta en el hospital y lo ha compartido con su casi medio millón de seguidores en sus historias de Instagram.
Mimi, que tiene diez años y está acostumbrada a las cámaras porque suele grabar muchos vídeos con su madre, ha explicado que se encuentra "mucho mejor" y que las enfermeras están ayudándola a que su estancia se haga mucho más amena, porque le han llevado dibujos y colores para que pueda estar entretenida y no se aburra mientras está ingresada.
"Gracias a todas las enfermeras, sois súper buenas y os amo, un besito", ha dicho Mimi en el vídeo que ha compartido su abuela, que ha prometido ir actualizando el estado de salud de la pequeña. Por el momento, ningún miembro de la familia Suárez Salazar ha aclarado cuánto tiempo deberá permanecer la niña ingresada en el hospital ni cuál es su dolencia, aunque sí que han contado que no es la primera vez que tiene que ser atendida en un centro médico ni la primera vez que se tiene que quedar ingresada alguna noche por sus continuos vómitos.