Violeta Mangriñán y Fabio Colloricchio se conocieron en 'Supervivientes'. Aunque al principio nadie apostaba por su relación, la pareja lleva junta más de tres años y son padres de una hija en común. El argentino triunfa con su faceta de cantante y por ello, debido a su apretada agenda, pasa poco tiempo en casa. Desde que se mudara a su nueva casa de Valencia, esto ha generado en ella un gran miedo de que no dudaba en hablar hace unos días y al que ahora ha encontrado una solución.
"A los que os preocupáis por si estoy sola en casa", comienza diciendo a través de sus historias de Instagram mientras comparte una imagen de su padre y su niña. "No estoy sola", continúa. "Mi padre lleva aquí toda la semana conmigo y no se va hasta que Fabio no llegue", añade.
Violeta, que hace unos días aseguraba que no iba a contratar a nadie para que cuidase a su hija, y que sería su suegra la que a partir de ahora se encargará de atender a la pequeña cuando ni ella ni Fabio puedan hacerlo, explica que su padre está quedándose en casa con ella estos días.
Por un lado, porque así puede ayudarla con la niña, pero por otro, y este es el principal motivo, porque tiene "miedo" a quedarse sola en 'Villa Favioleta'. Preguntada por esto mismo, la joven responde: "Sí, si por poder puedo. En Madrid estaba sola casi siempre, pero aún no me acostumbro a vivir en una casa. Nunca antes había vivido en una, siempre había sido en pisos", explica mientras asegura que es "un poco cagona" y que, "hasta que me acostumbre prefiero estar acompañada siempre".
"Soy un poco miedica y estando con Gala, más todavía", dice la influencer, que en las últimas semanas ha despertado muchas preguntas entre sus seguidores sobre la ausencia de Fabio, las tareas de la casa y los cuidados de Gala.
La valenciana, que siempre ha recibido fuertes críticas (que especialmente se han visto incrementadas desde que se convirtiera en madre), no ha dudado en reconocer que necesita algo de ayuda en casa. Ahora, tras hablar del miedo que le da vivir en una casa tan grande y de ser nuevamente criticada tras pronunciarse, no ha tardado en mostrar su hartazgo, cansada de dar explicaciones.