Ana Rosa Quintana fue diagnosticada de un carcinoma de mama hace justo un año. La presentadora de 'El programa de Ana Rosa' ha conseguido hacer frente a su enfermedad, la cual ha superado, aunque todavía no se atreva a decir que está "curada".

Ella, que siempre ha sido una mujer fuerte y luchadora y que asegura que jamás en su vida se había puesto enferma antes (ni siquiera por una gripe), ha tenido que hacer frente al cáncer. 2022, lejos de ser un año para olvidar, ha sido para ella un año de aprendizaje.  

A través de una sincera entrevista que ha concedido en exclusiva para la revista '¡HOLA!', Ana Rosa Quintana habla de cómo ha sido este último año y de cómo se encuentra. "Hace exactamente un año que yo estaba empezando con la quimio y hoy ni me podía imaginar estar así (de bien). Porque cuando empiezas un tratamiento de estos es todo incertidumbre…", explica.

 "Los marcadores tumorales están bien. Me hago una analítica cada mes y una prueba de imagen cada tres, pero hay que ser muy consciente de que en una revisión pueda ocurrir algo, aunque yo me encuentre bien", dice prudente. "Hay que asimilar que padeces cáncer y que no estoy curada, algo que, supongo, el médico me dirá dentro de cinco o seis años. Pero, bueno, haciendo caso a los médicos, yendo a tus revisiones, disfrutando día a día…",

Ha pasado algo más de un año desde que fuera diagnosticada. Un día en el que entró "en shock", aunque ella no sea "de llorar" y asegure no haberlo hecho al escuchar las temidas palabras de la boca de su médico.

No lloró, sin embargo, el simple hecho de pensar en lo que podría ocurrir, la aterrorizaba. "Álvaro ya es mayor y tiene su vida hecha, pero a los pequeños todavía les queda mucho por vivir… Me daba mucha pena no ver su evolución, no verlos crecer. Quizá, es lo que más te agobia, ¿no? Ya no es tanto pensar en ti", explica hablando de la importancia que tiene su familia para ella.

Su marido, Juan Muñoz, ha sido su gran apoyo en estos meses. Como también lo han sido sus tres hijos, que no la han dejado sola en ningún momento. La presentadora ha tenido la suerte también de poder contar con el apoyo incondicional de amigos y compañeros de profesión, que se han volcado con ella en todo momento.

Todo ello ha contribuido en parte a que Ana Rosa no haya experimentado aún un bajón anímico, que no descarta se produzca en un futuro. "No sé si me dará, pero si sucede, lo veré como normal porque también tenemos derecho a estar un día tristes y a quejarnos".

Ana Rosa, que se afeitó la cabeza "antes de que se me cayera el pelo", asegura además haberse encontrado "bien" a lo largo de todo el tratamiento y no haber "tenido cansancio, ni una náusea" tras sus sesiones de quimioterapia. "Nada". Algo por lo que se siente afortunada.

La periodista, que ha contado en diversas ocasiones cómo nada más enterarse de su enfermedad decidió cambiar radicalmente de hábitos, ha vuelto a incidir en esta entrevista en la 'superdieta' rica en superalimentos que le pautó su naturópata para contrarrestar los efectos de la fuerte medicación a la que estaba a punto de hacer frente y a la entrenadora personal – "licenciada en Ciencias del Deporte con doctorado en Oncología" – que le ha ayudado a mantenerse en forma.