Lucía Sánchez se encuentra a punto de dar a luz. La exparticipante de 'La isla de las tentaciones' se prepara para dar la bienvenida a su hija, no solo mentalmente, también en el plano físico. La joven está realizándose masajes perineales para que el parto sea más sencillo y menos doloroso, un tema tabú que ha querido visibilizar hablando de él abiertamente.
La gaditana ha vuelto a hacer gala de su naturalidad y ha querido compartir con sus seguidores esta experiencia de la que tan poco se habla.
Recibir masajes perineales antes del parto es algo muy recomendado, ya que facilita la tarea del alumbramiento. Muy pocas influencers se atreven a hablar del tema; no así Lucía, que ha explicado con todo lujo de detalles los beneficios de este proceso.
Sirve para conseguir flexibilidad, elasticidad y para aumentar el riego sanguíneo y evitar desgarros. "Sirve para dejar la zona del totete bien elástica para que cuando quiera nacer el bebé sea más fácil tanto para él como para la madre", explica la futura mamá de Mía.
Los masajes perineales suelen realizarse entre la semana 32 y 35 del embarazo y siempre deberá hacerlo un profesional o fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Antes de este tiempo de gestación puede ser peligroso, ya que existe cierto riesgo de que el cuello del útero se dilate y el bebé nazca antes de tiempo.
Lucía comenzó a realizarse estos masajes hace un par de semanas. La ex de Isaac Torres, padre de su hija, tuvo ciertas molestias al principio, pues la zona estaba demasiado "dura". No obstante, salvo excepciones, los masajes perineales no tendrían por qué ser dolorosos.
Esta medida física preventiva, que se realiza en mujeres embarazadas con la finalidad de proteger el periné de traumatismos y lesiones durante el parto, ha ayudado mucho a la peluquera.
Con ellos se consigue evitar la necesidad de episiotomía y minimizar el riesgo de desgarros durante la salida de la cabeza del bebé.
El nacimiento de Mía, previsto en un principio para el 29 de octubre, podría producirse en cualquier momento. Y es que, tras una tarde de fuertes dolores, el cuello del útero de Lucía terminaba dilatándose casi por completo.
Lucía podría ponerse de parto en el momento menos pensado, algo para lo que se siente completamente preparada. En parte porque para ella estos dolores han sido bastante soportables, en otra, porque los masajes perineales que ha recibido han contribuido bastante a distender la zona.