Laura Matamoros sorprendía a sus legión de seguidores de Instagram compartiendo una foto en la que aparecía repleta de vendas e ingresada en el hospital. Poco después, explicaba que se encontraba allí porque había decidido someterse a una operación de pecho, ya que no le gustaba cómo se le había quedado la forma tras sus dos embarazos, y que pronto recibiría el alta. Ya desde casa, ha compartido unos vídeos en los que explica cómo evoluciona y muestra que ha recibido el apoyo de su hermana Irene.
"Después de una noche regulera, vamos mejorando", comentaba Laura por la mañana, dos días después de su intervención; pero, tan solo unas horas más tarde, contaba que su día había ido a peor porque se le había desconectado el wifi y no podía reconfigurarlo ya que el router se encontraba dentro de un armario lleno de abrigos y ella debía reposar. El fallo de su router le impedía seguir entretenida viendo documentales en la televisión mientras se recuperaba, pero su hermana Irene, la pequeña de los cuatro hijos que tuvieron Kiko Matamoros y Marián Flores, ha acudido en su ayuda.
"Buenas visitas", escribía la influencer junto a una imagen en la que mencionaba a su hermana y mostraba la merienda que le había llevado a casa: un helado de yogur y una crepe de crema de avellana. Una hora después, y parece que en respuesta de sus seguidores a juzgar por su respuesta, Laura confirmaba que Irene no solo había ido a merendar con ella, sino también a apoyarla tras su operación y solventar el problema que tenía con el router: "Efectivamente, ha venido a arreglarme el problemita".
En esta segunda story, se puede ver que Irene Matamoros, que actualmente tiene 23 años, se encuentra sentaba en uno de los sofás del salón de Laura, que solo ha querido mostrar las piernas de su hermana, ya que la joven prefiere seguir siendo una persona anónima, nunca ha concedido una entrevista y tiene sus redes sociales privadas.