Para Alejandro Nieto su hijo es uno de los pilares más importantes de su vida. El ganador de la última edición de 'Supervivientes' haría cualquier cosa por él y, si hubiese podido, habría intercambiado papeles con el niño cuando este fue diagnosticado con un cáncer con tan solo dos añitos de edad.
El vástago del exconcursante de 'La isla de las tentaciones', llegó al mundo cuando Alejandro tenía 22 años y fue fruto de la que entonces era su "novia de toda la vida". El modelo era muy joven y no se sentía preparado para convertirse en padre. No obstante, una vez lo fue, la vida le cambió completamente y para él a día de hoy su hijo lo es todo.
"Yo entonces no quería ser padre y lo reconozco, pero serlo me ha hecho más competitivo, a lo mejor más salvaje, más hombre… llámalo como quieras", explica en su última entrevista para la revista Lecturas.
Pero ser padre tan joven no fue lo único que hizo madurar a Míster España Internacional 2015 y hacer que pasase "de niño a hombre más rápido". La enfermedad del pequeño fue clave en este proceso.
Por eso, cuando enfermó de cáncer, Alejandro vivió la que probablemente haya sido la peor etapa de su vida. El pequeño, que tuvo que pasar largas temporadas hospitalizado, fue el motivo por el que el gaditano se vio obligado a abandonar 'Gran Hermano VIP 4'.
Afortunadamente, el pequeño se encuentra totalmente recuperado de su enfermedad, sin embargo, este periodo fue para él y los suyos un auténtico infierno. Algo que él mismo reconoce en esta última entrevista, donde Alejandro no ha dudado afirmar que habría intercambiado papeles sin pensar. "Muchas veces he pensado que ojalá lo hubiera tenido yo y no él, pero eso es imposible", confiesa.
El proceso fue largo, pero gracias a Dios finito. A día de hoy el niño está bien y únicamente acude a sus "revisiones" para ratificar que todo continúa en orden. "Cuando se ha curado, pues he sentido una alegría inmensa. Es lo mejor que le puede pasar a una persona", dice para el citado medio.
El novio de Tania Medina, que asegura ser "muy feliz" al ver a su pareja "morir" con su hijo, pues "se llevan superbién", quiere invertir parte del dinero del premio en el futuro del pequeño, que ya tiene 8 años.