Con jardín íntimo y biblioteca en la buhardilla: así es la casa de tres plantas de Risto Mejide y Laura Escanes
Su casa de tres plantas y de casi 200 metros cuadrados está ubicada en el centro y tiene un coqueto jardín de lo más aprovechado
Risto Mejide y Laura Escanes se mudaron a finales de 2020 a Madrid
Risto Mejide y Laura Escanes tienen una vida plena en la actualidad tras haber formado un hogar junto a su pequeña Roma. La pareja, que vivía a medio camino entre Barcelona y la capital por sus asuntos profesionales, decidió finalmente abandonar la ciudad condal y hacer de esta decisión una idea ilusionante que ha quedado plasmada a la perfección en su espectacular casa de tres plantas situado en pleno centro de Madrid.
La vivienda que es para ellos su mejor refugio de cara a escaparse del trabajo y de las rutinas cuenta con todo tipo de comodidades en sus cerca de 200 metros cuadrados de superficie y de la que ellos mismos se han encargado personalmente de su decoración. Como era de esperar, Laura Escanes ha hecho todo lo que ha estado en su mano para que el estilo y tendencias que ella siguen imperen el hogar y, está especialmente orgullosa, de cómo ha quedado su jardín íntimo en la parte trasera y muchos detalles de las distintas estancias que ha hecho públicos a través de sus redes sociales.
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Tanto el presentador de 'Todo es mentira' como la influencer siempre han tenido claro que para ellos es muy importante tener una zona exterior donde quiera que viviesen y han logrado hacer de su jardín un espacio cuyo mayor atractivo es la privacidad y el hecho de que han aprovechado muy bien su espacio. Enmarcado todo entre flores y plantas, además de una piscina rodeada su suelo de baldosas, este escenario se ha convertido en el favorito de Laura Escanes durante el verano. No solo porque puede hacerse todo tipo de posados que sube a las redes, sino que las vallas que encierran la casa garantizan siempre su intimidad, salvo lo que ella quiere compartir públicamente con sus seguidores.
Convencido de que todo cambio siempre es para bien, Risto Mejide suele aparecer mucho cuando se expone en sus redes precisamente en esta localización. Ahí hemos visto más de una vez al presentador leyendo tranquilamente en la zona que tienen con sombra o jugando con su hija Roma. Lo cierto es que tener esta coqueta válvula de escape en el exterior le hace echar extrañar algo menos el mar y su ciudad condal. El estar en una localización de lujo (de la que dicen que es vecina Lydia Lozano y su marido Charly) es también otra de las ventajas de esta vivienda de la que entre sus tres plantas también destacan el salón, la sala del piano, el comedor y los dormitorios.
Su particular biblioteca en la buhardilla: el rincón favorito de Risto Mejide
De la zona con la que se cuenta más detalles es el salón. En ella es donde Risto Mejide, Laura Escanes y la pequeña Roma hacen la mayor parte de su vida. Teniendo en cuenta su interés por la música y que ya le ha dado sus primeras clases a su hija y parece que se maneja bien entre las teclas, el presentador de Cuatro le ha dedicado un lugar privilegiado a su piano y es frecuente verle subiendo improvisados recitales en sus redes.
Para subir al resto de plantas se han decantado por unas escaleras de madera que resaltan con los tonos que han utilizado de decoración para su salón: el blanco de las paredes y el gris de su sofá esquinero. Los cuatros y detalles están presentes en todas las habitaciones, aunque de lo que sin duda está orgulloso y más presume Risto en sus redes es del templo de la lectura que ha montado en la última planta de su casa: la buhardilla.
Con colecciones de libros que llegan hasta el techo, el presentador puede decir bien alto y sin ser ninguna mentira que tiene un rincón de lo más bohemio y con mucho encanto en el que le encanta perderse de su biblioteca particular. Un lugar repleto de estanterías que parece de película o que sería ideal que ahí se parase el tiempo para poder disfrutar de la lectura con tranquilidad y em donde Risto quiere no haya nada sujeto al azar. Una tarea que le ha llevado horas de ardua colocación.