Este sábado, 23 de noviembre, Anabel Pantoja se convertía en madre por primera vez. “Alma. Acabas de tatuarte en nuestra piel para los restos”, escribía la sobrina de Isabel Pantoja en sus redes sociales junto a una fotografía capturada durante los primeros segundos de vida de la pequeña. Ahora, cuando han pasado casi 24 horas desde que pronunciara sus primeras palabras acerca del nacimiento de su hija, la influencer ha reaparecido en su perfil público con un mensaje dirigido a las mujeres que han pasado por una situación similar a la suya.
A través de su cuenta de Instagram, Anabel ha compartido una historia temporal con la que ha hecho referencia al alumbramiento de Alma: “No puedo expresar con palabras lo vivido en el parto, conocerla y mirarla a la cara”, ha afirmado.
Tras agradecer “infinitamente y de corazón” a todos los que han tenido “un minuto para escribirle y desearles lo mejor”, ha señalado que se encuentra “en una nube y en shock”. Sin embargo, no ha querido desaprovechar la oportunidad de lanzar un mensaje a las mujeres que a lo largo de la historia se han convertido en madres con un guiño directo a algunas de sus familiares: “Quería decir públicamente, mi admiración y respeto a todas las madres que han parido hace 50 años, sin medios, adelantos y en sus propias casas como mis abuelas. Todas ellas son súper heroínas”, ha dicho.
Para concluir su mensaje, la exconcursante de ‘Supervivientes’ también ha expresado su “respeto” hacia las anteriores por una sensación que, como ella misma ha aclarado, ya ha vivido en primera persona: “Ahora es algo que valoro y me eriza la piel solo pensarlo”, ha finalizado.
Entre los destinatarios a los que han ido dirigidas las palabras incluidas en su perfil público está su madre, Merchi, quien ha supuesto un apoyo para su hija durante su embarazo, así como tras el parto.
En las últimas horas, además, la que acaba de convertirse en abuela añadía tener “una princesa” y reconocía ante los micrófonos de ‘Fiesta’ el parecido de la recién nacida con su progenitora: “Es verdad que la boquita se la veo a Anabel. Aunque los niños cambian”, decía.
Del mismo modo, la entrevistada confesó que habían recibido numerosos regalos y explicaba cómo estaban siendo las primeras horas de vida de la pequeña: “No cabemos, está todo lleno de obsequios. Está muy bien, nada más que come y duerme”, confirmó.