Pepe Flores, ganador de 'Gran Hermano', ya se ha casado con Marina Pérez: los detalles de su boda

Hace doce años, Pepe Flores conseguía alzarse como ganador de ‘Gran Hermano 12+1’. Sin embargo, la experiencia en la casa de Guadalix de la Sierra le sirvió al cantaor para reafirmar su deseo de dedicarse únicamente al baile. A pesar de haberse mantenido alejado de la televisión, son muchos los aspectos de su vida personal que se conocen a día de hoy gracias a su perfil público, lugar en el que ahora ha mostrado el importante paso que acaba de dar junto a su pareja, Marina Pérez.

Pepe y Marina vieron nacer su historia de amor mientras estaban de fiesta en La Posada de las Ánimas, una de las discotecas más exclusivas de Madrid, momento en el que intercambiaron sus números de teléfono. Ahora, unos años después de que cruzaran miradas por primera vez, la pareja se ha dado el ‘sí, quiero’ en una boda celebrada en Badajoz después de haber reunido a su círculo íntimo el viernes en la preboda.

Así, este sábado ambos han vuelto a convocar a los más de 250 invitados al Colegio San José de Villafranca de los Barros, donde ha tenido lugar la ceremonia. Entre los asistentes, se encontraba el hijo de cuatro años de la pareja, que ha sido el encargado de llevar los anillos hasta el altar.

Para la ocasión, la novia ha escogido un traje nupcial de corte clásico con botones, espalda al aire y mangas semitransparentes, diseño de Rosa Clará, al cual ha puesto el broche de oro con el pelo recogido sobre el que ha incluido un velo. En el caso del novio, ha optado por un traje azul con corbata a juego y chaleco blanco sobre una camisa del mismo color.

Tras finalizar el acto, los recién casados y su círculo se han desplazado hasta el complejo de Celebraciones La Gran Familia. Allí, todos los anteriores han podido disfrutar de un delicioso banquete, servicio de camareros y decoración pensada al detalle para la ocasión especial, como el fotomatón con un sofá y un cartel con referencias a una de las canciones más relevantes de Bad Bunny en el que todos han podido inmortalizar su asistencia a la boda: “Tranqui, yo perreo sola”, reza el neón.

Del mismo modo, la música en directo ha desempeñado un papel fundamental a través de los micrófonos con los que los invitados no dudaron en dedicar varios temas a Pepe y Marina, así como los bailes del novio.