Alejandra Rubio y Carlo Costanzia dejarán de ser dos en poco tiempo. Por ello, antes de que nazca su hijo, tratan de exprimir al máximo su tiempo libre. Bien en pareja, o bien con amigos, la hija de Terelu y el hijo de Mar Flores intentan aprovechar los meses que quedan para hacer planes de los que difícilmente podrán disfrutar cuando su bebé llegue a este mundo. Este domingo, la colaboradora de 'Vamos a ver' y el cantante han disfrutado de un plan castizo considerado Patrimonio Cultural del Pueblo de Madrid.
No hay plan más castizo que pasear un domingo por el Rastro de Madrid. Bajar por la Ribera de Curtidores, la Plaza de Cascorro... El mercadillo más famoso y con más encanto de la capital ha sido el lugar escogido por la influencer y su pareja, que junto con una buena amiga de Alejandra, han recorrido sus puestos y tenderetes en busca de gangas y joyas únicas.
El tiempo parece detenerse en El Rastro de Madrid. Sus tiendas de antigüedades, de ropa vintage... Visitar este mercadillo es viajar a otra época. Y para la hija de Terelu, a quien la ropa alternativa, el arte y la decoración le encantan, es todo un paraíso.
Sus calles, abarrotadas de gente, no serán quizás las más idóneas para pasear con un recién nacido, por ello, ahora que continúan siendo dos, no han dudado en visitarlo, quizás con el objetivo de encontrar detalles únicos con los que dar un nuevo aire a su casa.
Alejandra ha quedado fascinada con algunas de las cosas que ha visto. Tal ha sido el punto, que no ha dudado en compartir con sus seguidores imágenes de los puestos y tiendas que más le han llamado la atención. Desde láminas impresas a lienzos pintados al óleo.
Tras su artística visita, Alejandra y Carlo Costanzia han continuado su castizo plan yéndose de tapas. Este final es sin duda la mejor manera de terminar un domingo de Rastro en Madrid. Pinchos de tortilla de patata y pimientos de padrón han sido los sencillos pero infalibles platos que han degustado. Junto a 'El italiano' también se puede ver lo que parece ser un bocadillo de pollo con lechuga y mahonesa.
Ha sido ella la que ha presumido de este plan de domingo a través de sus historias temporales de Instagram. Y aunque en ningún momento ha posado con él, en la imagen de la comida se pueden ver sus brazos tatuados y su inconfundible sello de oro.