Luitingo se rompe ante la inminente operación de su padre, enfermo de cáncer: "Estoy muy preocupado"

Luitingo se rompe ante la inminente operación de Sele de Triana, enfermo de cáncer. El padre del exconcursante de 'Gran Hermano VIP' será operado de en las próximas horas; algo que inquieta y tiene al novio de Jessica Bueno con los nervios a flor de piel.

El cantante de Triana no puede evitar ocultar la emoción que siente. Acaba de cumplir 34 años, pero su día especial, a pesar del cariño y apoyo de sus seguidores, su novia y los pequeños Fran, Jota y Alejandro, ha quedado empañado por la enfermedad y operación de su progenitor.

José Luis Romero - verdadero nombre de Luitingo y también de Sele de Triana - intenta sonreír, mantener la compostura. Suspira, tiene los ojos vidriosos y se muestra visiblemente nervioso. Su sonrisa se nota impostada.

"Estoy muy preocupado por mi padre", confiesa en un vídeo que ha comenzado bromeando y dando las gracias a sus seguidores por las felicitaciones de cumpleaños.

El sevillano trata de contener las lágrimas por todo aquello que está por venir, reconoce que no han sido unos meses fáciles. Hasta ahora ha tratado de no hablar del tema, de mantener en secreto el peso de esta enfermedad que Sele de Triana hacía pública este miércoles. Dentro de unas horas, el 'tercer moranco' será intervenido en el quirófano, donde se le intentará extirpar la mayor parte posible del tumor maligno que tiene en el estómago.

"No quiero emocionarme", dice mientras intenta focalizarse en su cumpleaños y desea "que la operación y todo salga bien". Para él, esto sería "el regalo más grande" que podría recibir. Ver que su padre tiene una mejoría y que sale del quirófano sin complicaciones también le ayudaría a que se le "quitase de la cabeza y el pecho todo lo que llevo pasado" y que solo los más cercanos a la familia han vivido.

"No sirvo para ocultar nada", dice mientras intenta fingir una sonrisa, a sabiendas de que es incapaz de ocultar sus propios sentimientos. "Perdonadme por expresar lo que siento y de manera tan directa", dice compungido. "La verdad es que el sabor amargo lo tengo, y lo único que le pido a Dios es que mi padre salga perfecto de su operación. Sería mi mayor regalo…", añade.

Para Luitingo, su padre es una de las personas más importantes de su vida. Un pilar fundamental y un espejo en el que mirarse. El humorista sopló las velas de su 63 cumpleaños hace unas semanas; entonces ya había sido diagnosticado. Aquel día, su hijo le dedicó unas bonitas palabras entre las que, de nuevo, había un deseo. Una súplica que ahora toma otro matiz y que refleja uno de los mayores miedos de Luitingo: "Le pido a la vida que te regale la eternidad, para poder disfrutar de arte, tu cariño y tu alegría".