Jesús Molinero, padre de Adara Molinero y ex de Elena Rodríguez, es bastante activo en la red social X, el antiguo Twitter, donde lo que hace, principalmente, es dar su opinión sobre contenidos televisivos como 'Supervivientes All Stars' o 'GH DÚO', realities en los que han participado su hija o su ex, aunque normalmente no suele hablar directamente sobre ellas porque no tiene relación con ninguna de las dos desde hace varios años.
Aunque suele hablar de televisión, a veces hace una excepción y comparte algunos contenidos relacionados con su vida, como ahora, que les ha contado a sus cerca de 18.000 seguidores que se ve estupendamente a sus 53 años gracias a su rutina en el gimnasio, que le permite lucir unos brazos tonificados, unas piernas fuertes y unos abdominales muy definidos. Un notable cambio físico que ha impresionado a sus 'followers' aunque también ha suscitado muchas críticas.
Sus detractores alegan que ese cambio físico podría deberse también a ciertos retoques u operaciones estéticas que le habrían ayudado a dar un giro notable a su aspecto en tan poco meses. "Estás pinchado, eso es muy malo para el cuerpo, quítate el filtro", le dice una usuaria de la red social X, ante lo que Jesús se ha defendido contestando: "Ni me quito el filtro ni me pincho. Bueno, sí me pincho, Humira cada 15 días para mi Crohn, que me acompaña siempre".
Con estas declaraciones, el padre de la ganadora de 'GH VIP 7' ha confirmado que no se ha retocado estéticamente y que no se inyecta nada para aumentar el tamaño de sus músculos y, de paso, ha revelado que padece la enfermedad de Crohn, por la que tiene que inyectarse Humira, que es un medicamento para tratar esta dolencia en aquellos pacientes adultos que no hayan respondido adecuadamente a un tratamiento con corticoesteroides y/o inmunosupresores.
La enfermedad de Crohn, que es una afección que provoca que estén inflamadas diversas partes del tubo digestivo (siendo las más comunes el extremo inferior del intestino delgado y el comienzo del intestino grueso), es crónica, se desconocen sus causas, puede diagnosticarse a cualquier edad pero es más común entre los 15 y los 35 años, no existe cura para ella aunque sí varios tratamientos efectivos y sus síntomas son muy variados, pues van desde el fuerte dolor abdominal a los cólicos, pasando por la diarrea acuosa a la sensación de necesitar defecar cuando los intestinos ya están vacíos.