Fue el pasado mes de marzo cuando la revista Semana publicó en exclusiva unas imágenes de Anita Matamoros besándose con el cantante Johnny Garso. Habían pasado unos meses desde que se hizo pública su ruptura con Nacho Santandreu, el empresario con el que se independizó. A pesar de que los primeros meses quiso ser cauta y no hablar públicamente de su nueva historia de amor, la influencer ya ha roto cualquier regla no escrita y ha hecho partícipes a sus seguidores de su relación.
En unas declaraciones a los compañeros de Europa Press, Anita Matamoros ha explicado que ya no se esconde porque está "tan feliz" que le apetece "gritarlo a los cuatro vientos". "Quiero decirle a todo el mundo lo enamorada que estoy, con muchos planes de playa. Nada mejor que una playa y un amor", decía ante las cámaras.
Este cambio de actitud llama la atención porque durante los tres años que mantuvo una relación con su expareja, Anita Matamoros evitó hacer cualquier mención pública a su vida privada. La influencer no compartía nada de su intimidad a través de sus redes sociales pero esto cambió hace unos días, cuando publicó un trozo del videoclip de su pareja en el que ella, vestida de novia, era la protagonista.
"Desde hace mucho tiempo no mostraba esta parcela de mi vida, hasta ahora. La parte más íntima, pero al mismo tiempo, la que necesito gritar a los cuatro vientos. Creo que ahora es el momento, ahora que confluyen las dos cosas que más me apasionan de esta vida: el amor y la música. Qué suerte cuando quien te besa es también quien te canta. Qué suerte la nuestra", escribió en sus redes sociales explicando el motivo de su cambio de actitud.
Johnny Garso es un artista muy conocido en la escena independiente. Nacido en Zaragoza en 1991, inició su carrera en 2011 con la banda de punk rock Alien Roots, en la que era vocalista y guitarrista. En 2020, tras nueve años de intensa carrera, el artista decidió abandonar la formación e iniciar su carrera en solitario. Se marchó a California, donde grabó su primer álbum, que estaba producido por Joe Marlett, un prestigioso productor nominado a dos grammys al mejor álbum de rock.