“Me remueve mucho”, dice una emocionada Michelle, mientras muestra su brazo con la piel de gallina al hablar de bullying. La actriz, madrileña de origen y tinerfeña de adopción, es un soplo de aire fresco. Su naturalidad deriva tanto en sonrisas y sonoras carcajadas como en incipientes lágrimas que hablan de la niña que fue. Es la tónica de la entrevista, en exclusiva, que le hacemos para Telecinco Outdoor.
La conocemos por los numerosos papeles que ha interpretado tanto en la pequeña como en la gran pantalla. De hecho, fue en una película, Hombres felices (2001) donde Michelle, con tan solo 11 años, se estrenó en el mundo de la interpretación y sintió un flechazo por la profesión. Además, rodeada de grandes compañeros como Aitana Sánchez-Gijón o Carlos Hipólito.
“Soy actriz, trabajo con gente que admiro y estoy viviendo la vida que pensé que no llegaría a vivir”. La actriz valora especialmente haber llegado a donde está porque, en un momento de su vida, no tenía certezas de nada, ni siquiera de su presente: “Sentí que no tenía espacio en este mundo”, confiesa. La tinerfeña cuenta que sufrió bullying en todos los colegios donde estuvo.
Michelle Calvó ahora es otra persona. Empoderada y segura, aunque con una niña interior que, a veces, tiene que calmar. Pero con la experiencia para lanzar un alegato de esperanza a todas aquellas personas que están atravesando la misma situación: “No crean ese mensaje que les llega a su cabeza, va a pasar, pidan ayuda, les juro que van a conseguir todo lo que se propongan”, reivindica.
La actriz acude a terapia y, desde la experiencia, habla de todos los beneficios que le aporta. Michelle considera que "no existen tantos recursos", pero también cree que se debería priorizar la salud mental frente a otros planes como ir al cine o salir a cenar.